8-Intenciones
no especificas
L
|
a
reacción de Jennifer a Tristán era natural, luego de lo que había ocurrido…. La
primera vez que se vieron Jane se sintió muy atraída al chico, el parecía
sentir lo mismo, durante un tiempo todo fue sobre ruedas, eran una pareja
normal. Jennifer adoraba a Tristán, lo consideraba guapo, atento y gracioso,
solían salir a comer, al cine e incluso a la discoteca, pero un día ese amor se
convirtió en cólera…. Jane nunca se había enamorado y por tanto no comprendía
lo que significaba sentir la traición de un ser amado, ese día lo supo.
Ellos
compartieron un noviazgo que perduro por un año, puede que algo mas, pero todo
se derrumbo en un instante. Jennifer y Jessica salieron a comprar ropa nueva;
puesto que la navidad se acercaba, quizás fueran demonios y no consintieran
costumbres religiosas, pero eso no significaba que no gozaran las épocas de
celebración. Cuando volvían a casa esa fría tarde, vieron algo inaudito al otro
lado de la calle, era Tristán, y estaba insinuándose a una chica…. Jessie miro
preocupada a Jennifer, quien se contuvo ese día, no podía saltar sobre ellos en
plena calle y a demás, ella interiormente esperaba que eso tuviera una
explicación razonable.
Añoraba
que fuera un mal entendido y no fuera lo que ella creía que era.
Un día
mas tarde, Jennifer se propuso averiguar lo que pasaba, así que contrato a
Trisher para darle una mano. El sombra simplemente seguiría a los Graham y
descubriría si Tristán estaba jugando al galán, Jennifer espero días a que el
pudiera darle las respuestas que deseaba, y estaba lista para sumir lo que
Trisher descubriera…. Y tomar acciones al respecto. Finalmente llego la
respuesta, Trisher con una mueca contraída le entrego a Jennifer un CD con
grabaciones de voz. La semidemonia con el corazón en la garganta, coloco la
grabación en el reproductor, Jessica esperaba tensa y lo que la grabadora
desembucho fue el fin del amor de Jennifer por Tristán.
-Tristán,
sabes que pasaría si Jane se enterara-dijo Dastán con voz empapada de
preocupación.
-nah,
Jane es fácil de engañar, solo debo hablarle tierno y con eso la tengo en la
bolsa.
Dastán
intento no reírse.
-bueno
un desliz no es malo, pero tu ya te estas pasando, Jennifer tiene mas cuernos
que un toro. Recuerda la semana pasada, ¡trajiste a tres chicas!
-¿te
estas quejando? Si no mal recuerdo tú también te divertiste.
-pero
yo no soy al que castigaran por gigoló.
-simplemente
debe quedarse entre nosotros, el sexo con ella es bueno pero no me basta,
disfruto de la variedad….
Dastán
soltó una carcajada.
-hablas
como si fueras un incubo, Kent estaría orgulloso.
Tristán
sonó divertido.
-aunque
la verdad lamento un poco destruir su inocencia, realmente se fía de mi.
-¿inocencia?
Tráela aquí y veremos como su inocencia se va al chasco….-Dastán guardo
silencio un minuto-y quizás también a Jessica.
-Dastán,
sabia que en el fondo eras fetichista.
-soy
creativo, seria un cuarteto divertido.
Jennifer
apago la grabación, miro a Jessica con inexpresividad. Jessie no sabia que
decir, como calmar a su hermana.
-era un
maldito juego-dijo Jane ronca y profundamente llena de rabia. La mandíbula de
la mujer temblaba levemente y Jessica consternada se dio cuenta de algo…
Jennifer
dejo escapar una lágrima de sangre…. Los canis inferno solo podían llorar
sangre, pero era muy raro que lo hicieran, solo podía ser producto de algo
grave. Jane averiguo la identidad de una de las chicas de Tristán, estaba
determinada a darle una lección, una que jamás olvidaría. La semidemonia tomo a
la chica desprevenida una noche y la hizo trizas con los dientes, le abrió la
garganta y mordió salvajemente todo el cuerpo, a modo de desahogo.
Luego
fue a casa de los Graham, Jessica esperaba en la puerta a que finalizara el
espectáculo de venganza. Jennifer le entrego un presente bellamente empaquetado
a Tristán, el chico inocente lo abrió ansioso, hasta que descubrió de que se trataba….
La cabeza de la chica. Tristán exclamo una maldición y dejo caer el regalo, la
cabeza rodo en el suelo manchándolo con rojo carmesí.
-que….-gimió
Dastán, quien había entrado a la sala, encontrando el “regalo” en el suelo.
-no te
gusta mi regalo, ¿amor mio?-dijo Jane
con una sonrisa cruel. Tristán aun estaba estupefacto, su boca casi se caía.
Lentamente el joven la vio de frente, luchando por temple.
-¿que
significa esto?-inquirió el, Jennifer en el transcurso de un segundo recorrió
la distancia que los separaba y le enterró un potente codazo a Tristán, justo
entre las costillas.
El
grito de dolor y retrocedió, Jane volvió a atacar, esta vez con un puñetazo que
podría haberle desencajado la mandíbula a un humano. Tristán escupió sangre y
se toco la herida aun conmocionado sin separar la vista de Jennifer. Quien lo
despreciaba con la mirada y ojos rojos….
-significa
que terminamos, maldita escoria-escupió ella y miro a Dastán por encima de su
hombro-y tú, si quieres un cuarteto, busca a otras gemelas pedazo de sabandija.
Que ni Jessica ni yo tendríamos sexo contigo aunque nuestras vidas dependieran
de ello.
Luego
se limito a salir de la casa y volver con Jessica….
Jean
aunque hubiera conseguido la aceptación de Trixi, sabia que aun no podía estar
tranquila, Trixi aunque subiera luchar, no era muy dada a ello y no combatiría
hasta que debiera hacerlo. Jean tenia la impresión que si se la llevaba a un
encuentro de verdad con demonios… demonios que si fueran una amenaza, Trixi
probablemente le dejaría el trabajo pesado a ella sola.
-toda
una sorpresa-indico Úrsula, quien acababa de ver entrar a Jean por la puerta.
Era un
bar pequeño pero agradable, la luz penetraba por los amplios ventanales y la
música aunque no escandalosa, podía oírse en todo el recinto. Dentro había una
cantina llena de botellas, refrigeradores y vitrinas con golosinas, mas allá de
ello varias mesas albergaban a los clientes mientras miraban carreras de
caballo en el televisor que colgaba del techo. Jean se acercó al súcubo quien
permanecía detrás del mostrador en la cantina, vestida como barman.
-una
poco usual-concordó Jean sentándose en la cantina-necesitaba un favor tuyo.
-¿tu
necesitas algo de mi?-Úrsula estiró una ceja-¿esto no será sucedido por tres
días de oscuridad? ¿Verdad?
-no que
yo sepa-alego Jean sin mucha expresividad-veras…. Quería saber si conoces algún
demonio estándar que desees desaparecer.
Úrsula
la estudio unos largos segundos, como si tratara de buscar el truco tras
aquella pregunta.
-quizás,
¿por qué querrías saberlo? Solo para mi beneficio no es…. No llegarías a matar
a mis enemigos simplemente por placer.
-por
supuesto que no lo haría-Jean se enrulo un riso rojo-arriesgar mi cuello vale
dinero, porque podría perderlo mientras trabajo.
-¿entonces?
-dime
quien es ese demonio y hare que Trixi le de una visita-expuso Jean, los
parpados de Úrsula se abrieron mas allá de lo imaginable-lo hará gratis.
-¿pretendes
que envíe a mi novia a ocuparse de mis enemigos? ¿¿Cuantos porros de coch has
fumado últimamente??-demando alarmada.
Jean
conservó la calma. Úrsula apretó las manos contra el mostrador.
-yo no
fumo, esa es Trixi-se defendió la pseudodemonia-y no pretendía que ella fuera
sola, tu la acompañaras.
-aja….-Úrsula
tomo un tono mordaz-claro, y yo soy una monja anoréxica.
Ella y Jean
permanecieron mirándose directamente a los ojos por unos instantes, como
compitiendo para ver cual de ambas sedería primero.
-¿dejarás
escapar la oportunidad…?
El ceño
de Úrsula se frunció nerviosamente.
-¿para
que diablos haces esto de todas maneras?-pregunto la súcubo.
Jean
dejo de rizar el riso y se encogió de hombros.
-Trixi
debe aprender a patear traseros, sin que yo esté para asegurarme que nada le
suceda.
-¿vas a
dejar que tu hermanita pelee sola contra horribles monstruos….?
-si,
eso mismo voy a hacer-Jean se levantó y miró desafiante a Úrsula-y tú, súcubo,
vas a ayudarme.
-¿por
qué lo haría? Si hubieras ido tu probablemente habría dicho que si-resoplo,
casi en la cara de Jean-pero con Trixi involucrada, olvídalo. Yo no envolvería
su cuello en algo peligroso jamás, ni aunque eso significara joder a mis
enemigos.
Jean
casi insultada decidió dejar de mostrarse inexpresiva y estrellarle sus
emociones a Úrsula en la cara.
-¿crees
que yo la metería en esto, si no hiciera falta?-indico, miro a los lados para
asegurar que no llamaba la atención, por suerte todos estaban ocupados en las
apuestas-lo hago porque necesitamos dinero. Si no me importara su seguridad la
habría enviado a cualquier lugar para que peleara sola… pero ya que no quiero
que Trixi regrese a casa sin extremidades, te exijo que vayas con ella. ¿Eres
su novia no?
Úrsula
asintió lentamente retrocediendo ante la mirada decidida de Jean.
-pues,
ve y asegúrate que Trixi regrese con todos los huesos en su sitio-Jean se sentó
nuevamente y mas calmada agrego-además…. No solo se trata de que no la maten,
sino que si Trixi no aprende a patear traseros, jamás entrará a la universidad,
porque no podremos pagarla. ¿Acaso dejarás que su deseo de tener una vida
normal se joda?-la súcubo quedo en silencio, uno mas largo del normal, Jean hizo
una mueca impaciente-¿Úrsula?
La
chica miró en otra dirección, no encaró a Jean, lo que le sorprendió. Úrsula
siempre era extrovertida y desafiante, pero repentinamente sus defensas se
habían derrumbado.
-¿una
vida normal eh?-mascullo para si misma y luego volvió a encarar a la
pseudodemonia-bien, la ayudare.
Jean
sonrió satisfecha.
-¿el
problema?-deseo saber.
-Key
Forest.
Jean
parpadeo varias veces.
-¿el
hermano de Kent? ¿Por qué deseas que desaparezca?
Úrsula
se sonrojo en menos de un segundo, Jean comenzó a sentir que no tendría una
respuesta agradable. La súcubo le indico con la mano que la siguiera, Jean lo
hizo y fueron al baño de damas, una vez
ahí, ante los espejos, Úrsula se quito la parte superior de su uniforme de
barman. Si Jean no tuviera temple habría huido, no es bueno estar en un baño
con una súcubo de “sexualidad libre” mientras se desnuda. Jean descubrió una
marca enorme de zarpazo entre los pechos de Úrsula, aun conservaba el sostén,
por lo que no se veían del todo, sin embargo, eso no ocultaba lo profundo de
las heridas.
Jean
atónita vio a los ojos jade de Úrsula.
-Key me
hizo esto, luego de que se enteró de lo mio con Trixi-explico, Jean adoptó una
expresión estupefacta.
-¿tu
ex?
Úrsula
negó con la cabeza.
-en
realidad, quien estaba…. Está interesado en mí, es Kent, pero jamás le he hecho
caso, de hecho lo esquivo todo el tiempo-hizo un gesto fastidiado mientras
tomaba su ropa para ponérsela otra vez-y Key enloqueció cuando supo que preferí
a una mujer que a su hermano.
-¿homofobia
de íncubos?
-la
verdad, pero la razón es un tanto diferente a la de los humanos-terminó de
ajustar su ropa-nosotros somos demonios del sexo, se supone que corrompemos a
los del genero opuesto con nuestras perversiones sexuales…. Que alguno de
nosotros prefiera su mismo género es como descarrilarse…. Dejar de hacer lo que
tenemos que hacer por naturaleza.
-yo no
he visto que tu dejes de hacer “lo que tienes que hacer” solo porque te guste
Trixi-observo Jean, Úrsula se rio y volvió a su ademan poco reservado.
-no,
pero igualmente Key es un incordio, no nos hemos matado mutuamente aun, solo porque
Kent está en medio y Key vive al otro lado de la ciudad.
El
celular de Jean repico, ella rápidamente lo contestó.
-¿si?
-soy
Nolen.
Jean
estuvo mucho mas calmada luego de obtener la cooperación de Úrsula. Sabia que
era poco probable que algo le sucediera a Trixi, Jean podría sentirse algo
incomoda en presencia del súcubo, pero estaba claro que ella quería a Trixi y
por tanto, no dejaría que nada le sucediera. Nolen le pidió reunirse en la
cafetería de Rosa nocturna, ella no estaba segura del motivo, pero esperaba que
tuviera algo bueno que decirle, tras pensar un poco a cerca del asunto de las
sectas, se sintió intrigada, la ultima secta de Azazel de la que alguien había
tenido noticias desapareció misteriosamente hacia mucho mas de una década…. O
alguien fundaba una nueva orden de lunáticos o por alguna razón la secta que se
creía extinta había vuelto a las andadas.
Vio a
Nolen sentado en una de las mesas del café, como siempre lo primero que ella
miraba era el cabello cobre del chico, era igual de llamativo que un letrero de
neón. El alzo la vista y sus ojos se iluminaron. Jean se sintió un poco
nerviosa, cosa que no salió a notar, se sintió aliviada de poder mostrar su cara
de póker con tanta facilidad. Nolen había intentado ligar la última vez,
esperaba que ya se le hubiera olvidado.
-¿como
estás?-pregunto el mientras Jean se sentaba.
-excelente,
¿para que me llamabas?
-¿tiene
algo de malo que te llame?-dijo con voz inquieta. La mujer alzo una ceja.
-no,
¿pero por qué?
Nolen
se encogió de hombros medio sonriendo.
-estaba
algo aburrido de tanto hacer cuentas en mi casa y pensé en dar una vuelta con
alguien para variar….
-¿y tus
hermanas no son “alguien”?-inquirió llamando a una mesera, la cual no presto
atención.
-las
veo todos los días, necesitaba ver a
alguien mas-cruzo los brazos en la mesa-¿y como te ha ido?
-nada
muy nuevo realmente, ¿que hay de ti?
-una
fiesta de un sujeto llamado Kent en la que casi fui violado-dijo el virando los
ojos-y mis hermanas casi empezando una matanza contra el ex de Jennifer y los
amigos de este. Nada tan importante.
-¿Kent
el incubo?-pregunto Jean intrigada.
-si,
ese mismo, ¿lo conoces?-Nolen sonó muy interesado.
-de
algún modo…. Una de mis amigas goza de sus “servicios” de vez en cuando-admitió
la chica entornando los ojos.
-oh…-gimió
el sorprendido-ya entiendo, eso creo.
Jean
pensó bien lo que dijo y solo pudo comentar:
-¿Tus
hermanas son resentidas verdad?
Nolen
doblo el labio.
-algo,
porque lo dices.
-solo
me dio la impresión… ya sabes, por todo el asunto de los grandes dientes, ojos
rojos y agresión-declaro casi con sarcasmo-lamentaría mucho ser su ex. ¿No son
muy populares entre los hombres verdad?
Nolen
soltó una risita.
-sus
reputaciones impiden que algunos se acerquen, pero de todos modos. Por una
razón Jessica tiene novio.
-Jennifer
es la sanguinaria-adivino Jean con mirada medio seria. El ademan de Nolen le
hizo parecer como si lo hubieran descubierto cometiendo un crimen-por esa razón
es soltera.
-no
quisiera ser interrogado por ti.
Jean no
pudo evitar sonreír de satisfacción. Finalmente consiguió que una de las
estúpidas meseras la atendiera, nuevamente pidió un café y Nolen se limito a
pedir jugo de naranja. Nolen se tomo su bebida a un ritmo asombroso mientras
que Jean apenas y había mirado el café.
-y
dime, ¿que clase de hombres te gustan?-soltó luego de terminar su jugo, la
pregunta tomó desprevenida a Jean, quien se lo quedó mirando por unos segundos
aun estupefacta. Nolen por otra parte parecía curioso y esperando con ansias la
respuesta.
Alto y cabello cobre, interesante Jean le dijo Adon desde su interior. Jean
torció el gesto.
Cállate. Contesto ella.
-hombres…
ah… yo…
Nolen
percibió por primera vez que titubeaba, eso era increíble. De pronto una luz
verde chispeo y los dejo ciegos por un milisegundo, a continuación vio a un
chico delgado con cabello castaño parado junto a Jean, toda la cafetería volteo
estupefacta.
-le
gustas tu-declaro el chico señalando a Jean, esta lo mató con la mirada.
-¡Adon!-chillo
la mujer, pero tan pronto como el joven apareció, se esfumo.
Nolen
la contemplaba con la mandíbula colgando ¿Qué había sido eso? De cualquier modo
no tuvo mucha oportunidad de preguntarlo porque repentinamente Jean tenía encima
a todos en el café, diciendo cosas con admiración y pidiendo autógrafos.
-¡eres
una cazadora de demonios! ¡Nunca vi uno en persona!-exclamo uno.
-¿¡cual
es tu nombre!? ¡Dame tu autógrafo por favor!-rogo otro. Era una tormenta de
palabras que para Jean eran inentendibles, su mirada viajaba de un rostro a
otro sin cesar, hasta marearla. Perecían perros sobre comida.
En
segundos todo el ruido y el alboroto la sacaron de sus casillas. Acto seguido
la mujer se levanto y a violentos empujones se abrió camino entre los tipos,
luego corrió fuera de la cafetería esperando que no la alcanzaran.
Nolen
la vio alejarse sin poder digerir nada de lo ocurrido, ni la multitud agitada
ni las palabras de Adon.
-¡que
has hecho imbécil! ¡Por tu culpa nunca podre volver a ese café!-grito la chica
al cristal.
-deja
de gritar o te oirán-dijo el. Jean respiro mas calmada, no podía dejarse volver
loca, apretó el alma cristalina en su mano, se tranquilizo y le hablo
mentalmente al demonio.
Respóndeme.
Tú no pensabas decírselo, así que yo lo hice
por ti, alguien tenía que hacerlo.
No tienes idea de lo que hiciste-pensó ella con enojo.
Oh claro que si, le hice saber como te
sentías. Engañas a muchos con tu cara de póker pero a mi no, yo siento tus
emociones, se lo que piensas y como piensas-la voz del demonio era muy confiada.
Entonces también conoces porque no quiero que
Nolen se acerque.
Si, pero sé que tu no eres ni remotamente tan
manipulable como Félix, jamás caerías tan al fondo.
Esto me pasa por elegir un demonio adjunto
tan pensante, ojala te limitaras a oír y obedecer.
Jean
tomo aire y se dirigió camino a casa.
Jennifer
daba vueltas sobre su cama, a pesar de ser cerca de las tres de la mañana, no
conciliaba el sueño, puede que se debiera a que aun pensaba en aquel chico, Mauro,
él le había pedido el teléfono y ella aguardaba impaciente su llamada. Había
algo en el que le encantaba, su mirada, su cabello, su olor, su forma de
hablar… aun no sabía porque tan de pronto deseaba tanto tenerlo cerca.
Pero
también temía, la última vez que sintió amor a primera vista, termino en
desastre… rogaba esta vez no haberse equivocado de hombre.
Ella
soñaba, sentía las caricias suaves de alguien, tocándole los brazos
erizándolos, besándole el cuello y tocándole el rostro. Quería que fuera Mauro
el que lo hiciera, oh claro que quería, quería tenerlo sobre ella con toda su
virilidad, se revolvió en las sabanas. Respondió al toque y abrazo a quien la
acariciaba, pero entonces noto algo que arruino el momento…
Era
firme, mas no duro cuando lo atrajo hacia si misma…. Eso no era masculino….
¡Esos eran pechos! Jennifer despertó repentinamente y comprobó lo que temía:
sobre ella había una mujer…. ¡Y ese olor!
-¡¡¡¡Bastarda!!!!!-grito
haciendo que sus tímpanos vibraran.
Los
ojos rojos de la mujer intrusa se agrandaron y antes de que Jennifer pudiera
agredirla, esta escapo de su agarre y se paro al otro lado de la cama. De
improviso la luz se encendió, Jennifer volteo y descubrió a su hermana
anonadada, sentada sobre sus rodillas en los aposentos y con una mano en el
interruptor de luz.
-mierda-gimió
ella.
Jennifer
gruño furiosa, se puso de pie sobre el colchón. “Esa chica” había irrumpido en
su cama, con intenciones lascivas.
-¡Úrsula
Valentine! ¡Como te atreves a atacarme mientras duermo!-exclamo ella, los ojos
de Jane se encendieron al rojo vivo y sus pupilas se contrajeron.
-vamos
Jane, te estaba gustando-dijo el súcubo sonriéndole malvada.
-creí
que era un sueño… ¡y tu lo arruinaste!-bufo la mujer. Úrsula se encogió de
hombros.
-no
pude resistirme, siempre quise saber que tal eras.
Jessica
le miro como si estuviera delante de un lunático escapado del manicomio.
-¡¡¡te
matare!!!-grito Jennifer y se lanzo contra la invasora, esta rápidamente la
esquivo de un salto y aterrizo junto a la ventana, acto seguido huyo por la
misma. Jane brinco y llego pronto al lugar donde había visto por última vez al
súcubo.
Jessica
se le unió rápidamente empujándola a un lado de la ventana y viendo horrorizada
que Úrsula había levantado vuelo. La demonia expandió sus alas negras, cuernos
curveados hacia atrás y cola delgada, esta tenia tres puntas filosas que se
entrelazaban delicadamente. Mantuvo el vuelo hasta que con gracia sublime se
paro en un muro cercano. Por fortuna no había un alma a esa hora, los vecinos a
pesar del grito debieron haber creído que se trataba de un asunto trivial.
Úrsula camino con ademan burlón por el muro del patio mirándolas divertida en
tanto movía su delgada cola de un lado al otro. Jennifer deseaba arrancarle ese
rostro del carajo….
-¿que putas…?-farfullo
Nolen al entrar de golpe al cuarto y ver a sus hermanas en la ventana-¿alguien
vino a visitar….?
Titus
se encontró pronto junto al chico viendo interesado la situación, Jessie se
volvió.
-visita,
¡INVASION!-dijo ella casi tan fastidiada como Jane.
-no te
pases, seguro siempre quisiste experimentar
¿o no Jennifer?-dijo la demonia desde afuera.
-¡tu
madre golfa!-Nolen llego junto a las mujeres y vio a Úrsula resoplar en burla.
-volveré
otro día, quizás estés de mejor humor entonces. Y te hare el favor de regalarte
un consolador, que estas muy falta de sexo Jane, lo digo enserio como una amiga que te aprecia, ¡adiós!-finalizo
ella despidiéndose con una risa y un movimiento grácil con la mano, a
continuación abrió sus alas y voló perdiéndose en la noche.
Nolen y Jessica miraron a Jennifer
preocupados, la mujer tenía una mirada de ira perturbadora, su mandíbula
parecía temblar con ganas de matar y sus ojos rojos seguían brillantes….
-esto
no se quedara así. Tendré mi venganza….
Jean
tras el incomodo suceso con Nolen en el café, había vuelto a casa, al caer la
noche estaba hambrienta y Trixi esperaba la llegada de Úrsula. Debido a esa
razón, Jean decidió no cocinar e ir a buscar algo fuera, sabia que sin Félix en
casa, su hermana y la súcubo tendrían toda la libertad que pudieran desear y Jean
no quería estar cuando ellas aprovecharan esas “libertades”.
-¿por
qué no simplemente te vas a la otra habitación?-pregunto Angélica quien le
estaba entregando una pizza frente al local donde la kirin trabajaba.
-¿olvidas
de quien hablas? Es súcubo, estoy segura que si van a tener sexo no será
silencioso-respondió Jean mientras miraba la caja de pizza.
-pobre
de ti, si fuera tú tendría mis propias diversiones-dijo Angélica encogiéndose
de hombros con una sonrisa mordaz pero algo maliciosa, Jean la miro con
incredulidad.
-¿ah?
-ya
sabes…. Estás algo falta de amor. Si
no te conociera diría que tú eres la lesbiana y Trixi es la heterosexual.
-¿dices
que parezco lesbiana?-inquirió levemente ofendida, Angélica negó con las manos
rápidamente.
-en lo
absoluto, pero nunca se te ve con algún chico…
-¿y que
sugieres?-pregunto Jean comenzando a alejarse, Angélica la siguió.
-que
deberías conseguir un novio para variar, seguro así no le prestarías tanta
atención a Trixi y sus relaciones salvajes-la rubia caminaba dando largos
pasos, como un soldado marchando aunque mas despreocupadamente, contrastaba
mucho con el andar serio de Jean-además así podrías poner a tu hermana en las
mismas situaciones incomodas que vives, ya sabes, ten sexo escandaloso para que
ella este obligada a oírlo.
-ni
aunque tuviera un millón de hombres podría hacerme la vista gorda. Y no soy lo
bastante sin vergüenza para dejar que toda la cuadra me escuche intimar.
Angélica
soltó una carcajada doblándose sobre si misma.
-puedes
aprender, mírame a mi y a Kent.
-él no
es tu novio.
-lo es
por periodos cortos de tiempo.
Jean la
encaro sonriendo sutilmente divertida.
-algún
día.
Jean
siguió el camino cuando de pronto vio escapar a una estampida de personas como
si Agramon los persiguiera. Lo extraño era que algunos eran demonios en su
forma original, no solo como humanos, ella miro extrañada a los sujetos
preguntándose que clase de ser macabro podría causar aquello.
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