domingo, 7 de diciembre de 2014

El edén del infierno: Acto1-Capitulo 8


8-Intenciones no especificas


L

a reacción de Jennifer a Tristán era natural, luego de lo que había ocurrido…. La primera vez que se vieron Jane se sintió muy atraída al chico, el parecía sentir lo mismo, durante un tiempo todo fue sobre ruedas, eran una pareja normal. Jennifer adoraba a Tristán, lo consideraba guapo, atento y gracioso, solían salir a comer, al cine e incluso a la discoteca, pero un día ese amor se convirtió en cólera…. Jane nunca se había enamorado y por tanto no comprendía lo que significaba sentir la traición de un ser amado, ese día lo supo.

Ellos compartieron un noviazgo que perduro por un año, puede que algo mas, pero todo se derrumbo en un instante. Jennifer y Jessica salieron a comprar ropa nueva; puesto que la navidad se acercaba, quizás fueran demonios y no consintieran costumbres religiosas, pero eso no significaba que no gozaran las épocas de celebración. Cuando volvían a casa esa fría tarde, vieron algo inaudito al otro lado de la calle, era Tristán, y estaba insinuándose a una chica…. Jessie miro preocupada a Jennifer, quien se contuvo ese día, no podía saltar sobre ellos en plena calle y a demás, ella interiormente esperaba que eso tuviera una explicación razonable.

Añoraba que fuera un mal entendido y no fuera lo que ella creía que era.

Un día mas tarde, Jennifer se propuso averiguar lo que pasaba, así que contrato a Trisher para darle una mano. El sombra simplemente seguiría a los Graham y descubriría si Tristán estaba jugando al galán, Jennifer espero días a que el pudiera darle las respuestas que deseaba, y estaba lista para sumir lo que Trisher descubriera…. Y tomar acciones al respecto. Finalmente llego la respuesta, Trisher con una mueca contraída le entrego a Jennifer un CD con grabaciones de voz. La semidemonia con el corazón en la garganta, coloco la grabación en el reproductor, Jessica esperaba tensa y lo que la grabadora desembucho fue el fin del amor de Jennifer por Tristán.

-Tristán, sabes que pasaría si Jane se enterara-dijo Dastán con voz empapada de preocupación.

-nah, Jane es fácil de engañar, solo debo hablarle tierno y con eso la tengo en la bolsa.

Dastán intento no reírse.

-bueno un desliz no es malo, pero tu ya te estas pasando, Jennifer tiene mas cuernos que un toro. Recuerda la semana pasada, ¡trajiste a tres chicas!

-¿te estas quejando? Si no mal recuerdo tú también te divertiste.

-pero yo no soy al que castigaran por gigoló.

-simplemente debe quedarse entre nosotros, el sexo con ella es bueno pero no me basta, disfruto de la variedad….

Dastán soltó una carcajada.

-hablas como si fueras un incubo, Kent estaría orgulloso.

Tristán sonó divertido.

-aunque la verdad lamento un poco destruir su inocencia, realmente se fía de mi.

-¿inocencia? Tráela aquí y veremos como su inocencia se va al chasco….-Dastán guardo silencio un minuto-y quizás también a Jessica.

-Dastán, sabia que en el fondo eras fetichista.

-soy creativo, seria un cuarteto divertido.

Jennifer apago la grabación, miro a Jessica con inexpresividad. Jessie no sabia que decir, como calmar a su hermana.

-era un maldito juego-dijo Jane ronca y profundamente llena de rabia. La mandíbula de la mujer temblaba levemente y Jessica consternada se dio cuenta de algo…

Jennifer dejo escapar una lágrima de sangre…. Los canis inferno solo podían llorar sangre, pero era muy raro que lo hicieran, solo podía ser producto de algo grave. Jane averiguo la identidad de una de las chicas de Tristán, estaba determinada a darle una lección, una que jamás olvidaría. La semidemonia tomo a la chica desprevenida una noche y la hizo trizas con los dientes, le abrió la garganta y mordió salvajemente todo el cuerpo, a modo de desahogo.

Luego fue a casa de los Graham, Jessica esperaba en la puerta a que finalizara el espectáculo de venganza. Jennifer le entrego un presente bellamente empaquetado a Tristán, el chico inocente lo abrió ansioso, hasta que descubrió de que se trataba…. La cabeza de la chica. Tristán exclamo una maldición y dejo caer el regalo, la cabeza rodo en el suelo manchándolo con rojo carmesí.

-que….-gimió Dastán, quien había entrado a la sala, encontrando el “regalo” en el suelo.

-no te gusta mi regalo, ¿amor mio?-dijo Jane con una sonrisa cruel. Tristán aun estaba estupefacto, su boca casi se caía. Lentamente el joven la vio de frente, luchando por temple.

-¿que significa esto?-inquirió el, Jennifer en el transcurso de un segundo recorrió la distancia que los separaba y le enterró un potente codazo a Tristán, justo entre las costillas.

El grito de dolor y retrocedió, Jane volvió a atacar, esta vez con un puñetazo que podría haberle desencajado la mandíbula a un humano. Tristán escupió sangre y se toco la herida aun conmocionado sin separar la vista de Jennifer. Quien lo despreciaba con la mirada y ojos rojos….

-significa que terminamos, maldita escoria-escupió ella y miro a Dastán por encima de su hombro-y tú, si quieres un cuarteto, busca a otras gemelas pedazo de sabandija. Que ni Jessica ni yo tendríamos sexo contigo aunque nuestras vidas dependieran de ello.

Luego se limito a salir de la casa y volver con Jessica….

 

Jean aunque hubiera conseguido la aceptación de Trixi, sabia que aun no podía estar tranquila, Trixi aunque subiera luchar, no era muy dada a ello y no combatiría hasta que debiera hacerlo. Jean tenia la impresión que si se la llevaba a un encuentro de verdad con demonios… demonios que si fueran una amenaza, Trixi probablemente le dejaría el trabajo pesado a ella sola.

-toda una sorpresa-indico Úrsula, quien acababa de ver entrar a Jean por la puerta.

Era un bar pequeño pero agradable, la luz penetraba por los amplios ventanales y la música aunque no escandalosa, podía oírse en todo el recinto. Dentro había una cantina llena de botellas, refrigeradores y vitrinas con golosinas, mas allá de ello varias mesas albergaban a los clientes mientras miraban carreras de caballo en el televisor que colgaba del techo. Jean se acercó al súcubo quien permanecía detrás del mostrador en la cantina, vestida como barman.

-una poco usual-concordó Jean sentándose en la cantina-necesitaba un favor tuyo.

-¿tu necesitas algo de mi?-Úrsula estiró una ceja-¿esto no será sucedido por tres días de oscuridad? ¿Verdad?

-no que yo sepa-alego Jean sin mucha expresividad-veras…. Quería saber si conoces algún demonio estándar que desees desaparecer.

Úrsula la estudio unos largos segundos, como si tratara de buscar el truco tras aquella pregunta.

-quizás, ¿por qué querrías saberlo? Solo para mi beneficio no es…. No llegarías a matar a mis enemigos simplemente por placer.

-por supuesto que no lo haría-Jean se enrulo un riso rojo-arriesgar mi cuello vale dinero, porque podría perderlo mientras trabajo.

-¿entonces?

-dime quien es ese demonio y hare que Trixi le de una visita-expuso Jean, los parpados de Úrsula se abrieron mas allá de lo imaginable-lo hará gratis.

-¿pretendes que envíe a mi novia a ocuparse de mis enemigos? ¿¿Cuantos porros de coch has fumado últimamente??-demando alarmada.

Jean conservó la calma. Úrsula apretó las manos contra el mostrador.

-yo no fumo, esa es Trixi-se defendió la pseudodemonia-y no pretendía que ella fuera sola, tu la acompañaras.

-aja….-Úrsula tomo un tono mordaz-claro, y yo soy una monja anoréxica.

Ella y Jean permanecieron mirándose directamente a los ojos por unos instantes, como compitiendo para ver cual de ambas sedería primero.

-¿dejarás escapar la oportunidad…?

El ceño de Úrsula se frunció nerviosamente.

-¿para que diablos haces esto de todas maneras?-pregunto la súcubo.

Jean dejo de rizar el riso y se encogió de hombros.

-Trixi debe aprender a patear traseros, sin que yo esté para asegurarme que nada le suceda.

-¿vas a dejar que tu hermanita pelee sola contra horribles monstruos….?

-si, eso mismo voy a hacer-Jean se levantó y miró desafiante a Úrsula-y tú, súcubo, vas a ayudarme.

-¿por qué lo haría? Si hubieras ido tu probablemente habría dicho que si-resoplo, casi en la cara de Jean-pero con Trixi involucrada, olvídalo. Yo no envolvería su cuello en algo peligroso jamás, ni aunque eso significara joder a mis enemigos.

Jean casi insultada decidió dejar de mostrarse inexpresiva y estrellarle sus emociones a Úrsula en la cara.

-¿crees que yo la metería en esto, si no hiciera falta?-indico, miro a los lados para asegurar que no llamaba la atención, por suerte todos estaban ocupados en las apuestas-lo hago porque necesitamos dinero. Si no me importara su seguridad la habría enviado a cualquier lugar para que peleara sola… pero ya que no quiero que Trixi regrese a casa sin extremidades, te exijo que vayas con ella. ¿Eres su novia no?

Úrsula asintió lentamente retrocediendo ante la mirada decidida de Jean.

-pues, ve y asegúrate que Trixi regrese con todos los huesos en su sitio-Jean se sentó nuevamente y mas calmada agrego-además…. No solo se trata de que no la maten, sino que si Trixi no aprende a patear traseros, jamás entrará a la universidad, porque no podremos pagarla. ¿Acaso dejarás que su deseo de tener una vida normal se joda?-la súcubo quedo en silencio, uno mas largo del normal, Jean hizo una mueca impaciente-¿Úrsula?

La chica miró en otra dirección, no encaró a Jean, lo que le sorprendió. Úrsula siempre era extrovertida y desafiante, pero repentinamente sus defensas se habían derrumbado.

-¿una vida normal eh?-mascullo para si misma y luego volvió a encarar a la pseudodemonia-bien, la ayudare.

Jean sonrió satisfecha.

-¿el problema?-deseo saber.

-Key Forest.

Jean parpadeo varias veces.

-¿el hermano de Kent? ¿Por qué deseas que desaparezca?

Úrsula se sonrojo en menos de un segundo, Jean comenzó a sentir que no tendría una respuesta agradable. La súcubo le indico con la mano que la siguiera, Jean lo hizo y fueron al baño de damas, una  vez ahí, ante los espejos, Úrsula se quito la parte superior de su uniforme de barman. Si Jean no tuviera temple habría huido, no es bueno estar en un baño con una súcubo de “sexualidad libre” mientras se desnuda. Jean descubrió una marca enorme de zarpazo entre los pechos de Úrsula, aun conservaba el sostén, por lo que no se veían del todo, sin embargo, eso no ocultaba lo profundo de las heridas.

Jean atónita vio a los ojos jade de Úrsula.

-Key me hizo esto, luego de que se enteró de lo mio con Trixi-explico, Jean adoptó una expresión estupefacta.

-¿tu ex?

Úrsula negó con la cabeza.

-en realidad, quien estaba…. Está interesado en mí, es Kent, pero jamás le he hecho caso, de hecho lo esquivo todo el tiempo-hizo un gesto fastidiado mientras tomaba su ropa para ponérsela otra vez-y Key enloqueció cuando supo que preferí a una mujer que a su hermano.

-¿homofobia de íncubos?

-la verdad, pero la razón es un tanto diferente a la de los humanos-terminó de ajustar su ropa-nosotros somos demonios del sexo, se supone que corrompemos a los del genero opuesto con nuestras perversiones sexuales…. Que alguno de nosotros prefiera su mismo género es como descarrilarse…. Dejar de hacer lo que tenemos que hacer por naturaleza.

-yo no he visto que tu dejes de hacer “lo que tienes que hacer” solo porque te guste Trixi-observo Jean, Úrsula se rio y volvió a su ademan poco reservado.

-no, pero igualmente Key es un incordio, no nos hemos matado mutuamente aun, solo porque Kent está en medio y Key vive al otro lado de la ciudad.

El celular de Jean repico, ella rápidamente lo contestó.

-¿si?

-soy Nolen.

 

Jean estuvo mucho mas calmada luego de obtener la cooperación de Úrsula. Sabia que era poco probable que algo le sucediera a Trixi, Jean podría sentirse algo incomoda en presencia del súcubo, pero estaba claro que ella quería a Trixi y por tanto, no dejaría que nada le sucediera. Nolen le pidió reunirse en la cafetería de Rosa nocturna, ella no estaba segura del motivo, pero esperaba que tuviera algo bueno que decirle, tras pensar un poco a cerca del asunto de las sectas, se sintió intrigada, la ultima secta de Azazel de la que alguien había tenido noticias desapareció misteriosamente hacia mucho mas de una década…. O alguien fundaba una nueva orden de lunáticos o por alguna razón la secta que se creía extinta había vuelto a las andadas.

Vio a Nolen sentado en una de las mesas del café, como siempre lo primero que ella miraba era el cabello cobre del chico, era igual de llamativo que un letrero de neón. El alzo la vista y sus ojos se iluminaron. Jean se sintió un poco nerviosa, cosa que no salió a notar, se sintió aliviada de poder mostrar su cara de póker con tanta facilidad. Nolen había intentado ligar la última vez, esperaba que ya se le hubiera olvidado.

-¿como estás?-pregunto el mientras Jean se sentaba.

-excelente, ¿para que me llamabas?

-¿tiene algo de malo que te llame?-dijo con voz inquieta. La mujer alzo una ceja.

-no, ¿pero por qué?

Nolen se encogió de hombros medio sonriendo.

-estaba algo aburrido de tanto hacer cuentas en mi casa y pensé en dar una vuelta con alguien para variar….

-¿y tus hermanas no son “alguien”?-inquirió llamando a una mesera, la cual no presto atención.

-las veo todos los días, necesitaba ver a alguien mas-cruzo los brazos en la mesa-¿y como te ha ido?

-nada muy nuevo realmente, ¿que hay de ti?

-una fiesta de un sujeto llamado Kent en la que casi fui violado-dijo el virando los ojos-y mis hermanas casi empezando una matanza contra el ex de Jennifer y los amigos de este. Nada tan importante.

-¿Kent el incubo?-pregunto Jean intrigada.

-si, ese mismo, ¿lo conoces?-Nolen sonó muy interesado.

-de algún modo…. Una de mis amigas goza de sus “servicios” de vez en cuando-admitió la chica entornando los ojos.

-oh…-gimió el sorprendido-ya entiendo, eso creo.

Jean pensó bien lo que dijo y solo pudo comentar:

-¿Tus hermanas son resentidas verdad?

Nolen doblo el labio.

-algo, porque lo dices.

-solo me dio la impresión… ya sabes, por todo el asunto de los grandes dientes, ojos rojos y agresión-declaro casi con sarcasmo-lamentaría mucho ser su ex. ¿No son muy populares entre los hombres verdad?

Nolen soltó una risita.

-sus reputaciones impiden que algunos se acerquen, pero de todos modos. Por una razón Jessica tiene novio.

-Jennifer es la sanguinaria-adivino Jean con mirada medio seria. El ademan de Nolen le hizo parecer como si lo hubieran descubierto cometiendo un crimen-por esa razón es soltera.

-no quisiera ser interrogado por ti.

Jean no pudo evitar sonreír de satisfacción. Finalmente consiguió que una de las estúpidas meseras la atendiera, nuevamente pidió un café y Nolen se limito a pedir jugo de naranja. Nolen se tomo su bebida a un ritmo asombroso mientras que Jean apenas y había mirado el café.

-y dime, ¿que clase de hombres te gustan?-soltó luego de terminar su jugo, la pregunta tomó desprevenida a Jean, quien se lo quedó mirando por unos segundos aun estupefacta. Nolen por otra parte parecía curioso y esperando con ansias la respuesta.

Alto y cabello cobre, interesante Jean le dijo Adon desde su interior. Jean torció el gesto.

Cállate. Contesto ella.

-hombres… ah… yo…

Nolen percibió por primera vez que titubeaba, eso era increíble. De pronto una luz verde chispeo y los dejo ciegos por un milisegundo, a continuación vio a un chico delgado con cabello castaño parado junto a Jean, toda la cafetería volteo estupefacta.

-le gustas tu-declaro el chico señalando a Jean, esta lo mató con la mirada.

-¡Adon!-chillo la mujer, pero tan pronto como el joven apareció, se esfumo.

Nolen la contemplaba con la mandíbula colgando ¿Qué había sido eso? De cualquier modo no tuvo mucha oportunidad de preguntarlo porque repentinamente Jean tenía encima a todos en el café, diciendo cosas con admiración y pidiendo autógrafos.

-¡eres una cazadora de demonios! ¡Nunca vi uno en persona!-exclamo uno.

-¿¡cual es tu nombre!? ¡Dame tu autógrafo por favor!-rogo otro. Era una tormenta de palabras que para Jean eran inentendibles, su mirada viajaba de un rostro a otro sin cesar, hasta marearla. Perecían perros sobre comida.

En segundos todo el ruido y el alboroto la sacaron de sus casillas. Acto seguido la mujer se levanto y a violentos empujones se abrió camino entre los tipos, luego corrió fuera de la cafetería esperando que no la alcanzaran.

Nolen la vio alejarse sin poder digerir nada de lo ocurrido, ni la multitud agitada ni las palabras de Adon.

 

-¡que has hecho imbécil! ¡Por tu culpa nunca podre volver a ese café!-grito la chica al cristal.

-deja de gritar o te oirán-dijo el. Jean respiro mas calmada, no podía dejarse volver loca, apretó el alma cristalina en su mano, se tranquilizo y le hablo mentalmente al demonio.

Respóndeme.

Tú no pensabas decírselo, así que yo lo hice por ti, alguien tenía que hacerlo.

No tienes idea de lo que hiciste-pensó ella con enojo.

Oh claro que si, le hice saber como te sentías. Engañas a muchos con tu cara de póker pero a mi no, yo siento tus emociones, se lo que piensas y como piensas-la voz del demonio era muy confiada.

Entonces también conoces porque no quiero que Nolen se acerque.

Si, pero sé que tu no eres ni remotamente tan manipulable como Félix, jamás caerías tan al fondo.

Esto me pasa por elegir un demonio adjunto tan pensante, ojala te limitaras a oír y obedecer.

Jean tomo aire y se dirigió camino a casa.

 

Jennifer daba vueltas sobre su cama, a pesar de ser cerca de las tres de la mañana, no conciliaba el sueño, puede que se debiera a que aun pensaba en aquel chico, Mauro, él le había pedido el teléfono y ella aguardaba impaciente su llamada. Había algo en el que le encantaba, su mirada, su cabello, su olor, su forma de hablar… aun no sabía porque tan de pronto deseaba tanto tenerlo cerca.

Pero también temía, la última vez que sintió amor a primera vista, termino en desastre… rogaba esta vez no haberse equivocado de hombre.

Ella soñaba, sentía las caricias suaves de alguien, tocándole los brazos erizándolos, besándole el cuello y tocándole el rostro. Quería que fuera Mauro el que lo hiciera, oh claro que quería, quería tenerlo sobre ella con toda su virilidad, se revolvió en las sabanas. Respondió al toque y abrazo a quien la acariciaba, pero entonces noto algo que arruino el momento…

Era firme, mas no duro cuando lo atrajo hacia si misma…. Eso no era masculino…. ¡Esos eran pechos! Jennifer despertó repentinamente y comprobó lo que temía: sobre ella había una mujer…. ¡Y ese olor!

-¡¡¡¡Bastarda!!!!!-grito haciendo que sus tímpanos vibraran.

Los ojos rojos de la mujer intrusa se agrandaron y antes de que Jennifer pudiera agredirla, esta escapo de su agarre y se paro al otro lado de la cama. De improviso la luz se encendió, Jennifer volteo y descubrió a su hermana anonadada, sentada sobre sus rodillas en los aposentos y con una mano en el interruptor de luz.

-mierda-gimió ella.

Jennifer gruño furiosa, se puso de pie sobre el colchón. “Esa chica” había irrumpido en su cama, con intenciones lascivas.

-¡Úrsula Valentine! ¡Como te atreves a atacarme mientras duermo!-exclamo ella, los ojos de Jane se encendieron al rojo vivo y sus pupilas se contrajeron.

-vamos Jane, te estaba gustando-dijo el súcubo sonriéndole malvada.

-creí que era un sueño… ¡y tu lo arruinaste!-bufo la mujer. Úrsula se encogió de hombros.

-no pude resistirme, siempre quise saber que tal eras.

Jessica le miro como si estuviera delante de un lunático escapado del manicomio.

-¡¡¡te matare!!!-grito Jennifer y se lanzo contra la invasora, esta rápidamente la esquivo de un salto y aterrizo junto a la ventana, acto seguido huyo por la misma. Jane brinco y llego pronto al lugar donde había visto por última vez al súcubo.

Jessica se le unió rápidamente empujándola a un lado de la ventana y viendo horrorizada que Úrsula había levantado vuelo. La demonia expandió sus alas negras, cuernos curveados hacia atrás y cola delgada, esta tenia tres puntas filosas que se entrelazaban delicadamente. Mantuvo el vuelo hasta que con gracia sublime se paro en un muro cercano. Por fortuna no había un alma a esa hora, los vecinos a pesar del grito debieron haber creído que se trataba de un asunto trivial. Úrsula camino con ademan burlón por el muro del patio mirándolas divertida en tanto movía su delgada cola de un lado al otro. Jennifer deseaba arrancarle ese rostro del carajo….

-¿que putas…?-farfullo Nolen al entrar de golpe al cuarto y ver a sus hermanas en la ventana-¿alguien vino a visitar….?

Titus se encontró pronto junto al chico viendo interesado la situación, Jessie se volvió.

-visita, ¡INVASION!-dijo ella casi tan fastidiada como Jane.

-no te pases, seguro siempre quisiste experimentar ¿o no Jennifer?-dijo la demonia desde afuera.

-¡tu madre golfa!-Nolen llego junto a las mujeres y vio a Úrsula resoplar en burla.

-volveré otro día, quizás estés de mejor humor entonces. Y te hare el favor de regalarte un consolador, que estas muy falta de sexo Jane, lo digo enserio como una amiga que te aprecia, ¡adiós!-finalizo ella despidiéndose con una risa y un movimiento grácil con la mano, a continuación abrió sus alas y voló perdiéndose en la noche.

 Nolen y Jessica miraron a Jennifer preocupados, la mujer tenía una mirada de ira perturbadora, su mandíbula parecía temblar con ganas de matar y sus ojos rojos seguían brillantes….

-esto no se quedara así. Tendré mi venganza….

 

Jean tras el incomodo suceso con Nolen en el café, había vuelto a casa, al caer la noche estaba hambrienta y Trixi esperaba la llegada de Úrsula. Debido a esa razón, Jean decidió no cocinar e ir a buscar algo fuera, sabia que sin Félix en casa, su hermana y la súcubo tendrían toda la libertad que pudieran desear y Jean no quería estar cuando ellas aprovecharan esas “libertades”.

-¿por qué no simplemente te vas a la otra habitación?-pregunto Angélica quien le estaba entregando una pizza frente al local donde la kirin trabajaba.

-¿olvidas de quien hablas? Es súcubo, estoy segura que si van a tener sexo no será silencioso-respondió Jean mientras miraba la caja de pizza.

-pobre de ti, si fuera tú tendría mis propias diversiones-dijo Angélica encogiéndose de hombros con una sonrisa mordaz pero algo maliciosa, Jean la miro con incredulidad.

-¿ah?

-ya sabes…. Estás algo falta de amor. Si no te conociera diría que tú eres la lesbiana y Trixi es la heterosexual.

-¿dices que parezco lesbiana?-inquirió levemente ofendida, Angélica negó con las manos rápidamente.

-en lo absoluto, pero nunca se te ve con algún chico…

-¿y que sugieres?-pregunto Jean comenzando a alejarse, Angélica la siguió.

-que deberías conseguir un novio para variar, seguro así no le prestarías tanta atención a Trixi y sus relaciones salvajes-la rubia caminaba dando largos pasos, como un soldado marchando aunque mas despreocupadamente, contrastaba mucho con el andar serio de Jean-además así podrías poner a tu hermana en las mismas situaciones incomodas que vives, ya sabes, ten sexo escandaloso para que ella este obligada a oírlo.

-ni aunque tuviera un millón de hombres podría hacerme la vista gorda. Y no soy lo bastante sin vergüenza para dejar que toda la cuadra me escuche intimar.

Angélica soltó una carcajada doblándose sobre si misma.

-puedes aprender, mírame a mi y a Kent.

-él no es tu novio.

-lo es por periodos cortos de tiempo.

Jean la encaro sonriendo sutilmente divertida.

-algún día.

 

Jean siguió el camino cuando de pronto vio escapar a una estampida de personas como si Agramon los persiguiera. Lo extraño era que algunos eran demonios en su forma original, no solo como humanos, ella miro extrañada a los sujetos preguntándose que clase de ser macabro podría causar aquello.

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