10-Al
otro lado
J
|
ean
volvió pronto a casa, cuando lo hizo se sorprendió de encontrar a Trixi y
Úrsula en la cocina. La menor de las Wholferd estudiaba una pasta mientras esta
se cocinaba a fuego lento, la súcubo por otro lado yacía sentada en la mesa
mirando el periódico vehemente, claro, hasta que noto que Jean observaba.
-Jean,
me preguntaba que había sido de ti-afirmo ella sonriéndole ampliamente. Jean
paso el umbral a la cocina, Trixi la encaro entonces.
-¿que
tal el Dorado?-quiso saber ella de buen humor.
Jean se
encogió de hombros sentándose frente a Úrsula, quien estaba absorta en su
lectura, Jean agradecía eso, no quería que empezara a poner su cara adorable.
Pero eso era poco probable, considerando lo serio del asunto que iban a tratar.
-interesante,
nada fuera de lo normal, ¿y ustedes? ¿Como estuvo el asunto de Key?-contestó la
mujer cruzando las piernas.
Las
chicas compartieron una mirada preocupada, luego Úrsula frunció el ceño con
desagrado volviendo al periódico. La súcubo se coloco tras la oreja un mechón
rojo, era un gesto nervioso, no por miedo, más bien, por inquietud y tensión.
-no
hubo mucho éxito-alegó Trixi con los labios comprimidos en una línea-Key no
estaba en casa, de hecho, nadie vive ahí.
Jean le
lanzo una mirada incrédula.
-como….
-no
estaba ni Key, ni sus muebles-aclaro Úrsula, posando un codo en la mesa y
colocando la cabeza en el hueco de su mano-solo el polvo.
Jean
resopló, maldijo por lo bajo.
-lo
siento Jean-dijo Trixi algo decepcionada.
-no
importa, no es tu culpa-le aseguro.
Trixi
asintió y miro la comida cocinándose, luego se volvió a su hermana.
-voy al
baño, vigilen la cena-indico y salió de la sala.
Nadie
dijo palabra por varios minutos, en los cuales Jean se preguntaba como probaría
a Trixi, si no había nadie con quien hacerlo. Necesitaba un nuevo blanco para
ella. Entrelazo los dedos en la mesa, sin dejar de pensar.
-Trixi
puede sola-dijo Úrsula repentinamente, Jean salió de sus pensamientos y la
estudio intrigada. Úrsula había dejado de mirar el periódico.
-¿como
lo sabes?
-estuve
ahí, y no hacia nada mal las cosas, simplemente tuvo mala suerte y su presa
escapó. Estoy segura que la próxima, te hará sentir orgullosa-Úrsula sonrió de
modo encantador, por una vez, Jean no se sintió enferma por ello, generalmente
le provocaba desdén.
-bien,
eso espero-indico la pseudodemonia, manteniendo voz neutra-y te agradezco la
ayuda, aunque no hizo falta, estuviste dispuesta a acompañarla.
Úrsula
manoteo restándole importancia.
-No es
molestia. Tenías razón…. Ella lo necesita, siempre es un placer ayudarle y
hacerla feliz-puso las manos en la mesa.
Jean
asintió con la cabeza, mostrándole una apenas visible sonrisa. Úrsula de pronto
volvió a su comportamiento profano habitual, lo que casi hizo olvidar la
repentina simpatía que había entre ambas….
-y
dime, ya que estamos en mejores términos, ¿me acompañas a la Rosa nocturna? Será genial-invito ella acercando
peligrosamente una de sus manos a las de Jean, Jean las alejó, fuera de su
alcance.
Úrsula
la estudio casi intrigada. Jean hizo desaparecer su sonrisa en un instante,
volviendo a su mirada fría. Trixi estaba entrando una vez más a la cocina, Jean
la miró de soslayo, cuando le susurró a Úrsula:
-me
agradas un poco mas ahora, pero nunca los
suficiente para eso.
Nolen
se quedo en el mostrador, recostado en su silla. Era fastidioso esperar la
llegada de los clientes. Igual no estaba muy interesado en ello, solo podía
pensar en Jean y su actuación de la última vez…. El modo en que Jean había
mirado a ese demonio de ojos verdes, Adon, parecía la expresión de un criminal
cuando ha sido traicionado por su cómplice. Nolen fue agarrado por sorpresa, se
consideraba guapo y toda esa mierda, pero no esperaba que Jean sintiera algún
gran interés por él desde antes, pero francamente le alegraba.
Sin
embargo se preocupaba de que luego del incidente en el café, ella no quisiera
dirigirle la palabra otra vez. Intentó llamarla un sinfín de veces, pero
simplemente no contestaba, ¿quizás fuera tímida?... pero, ¿Jean siendo tímida?
¿Que putada era esa? Si la seguridad en si misma era una de sus
características…. Seguía preguntándose porque se negaba ha hablar.
Jessica
y Jennifer parloteaban junto a unos estantes de discos, Nolen envidio que sus
preocupaciones fueran mucho menores que las suyas… incluso que sus relaciones
románticas, o intentos de ellas, fueran mas simples. Bueno, simples para
Jessie, porque Jennifer aun tenia que lidiar con Graham y el coqueteo que
mantenía con Mauro no había pasado a mayores, de momento.
-tiene
que ser mentira-gimió Jane mirando hacia la transparente puerta de entrada.
Un
grupo de sujetos entraron, Nolen deseo encontrar la manera de que la tienda
fuera invisible para ellos. Joder, eran Melisa y sus molestos amigos.
Melisa
no era tanto el problema, ella era generalmente la líder de su grupo, pero no a
quien los Goldman le tenían aversión, esos eran los malditos gemelos que
siempre la seguían. Jennifer y Jessica no podían moverse de sus lugares,
podrían llegar clientes para ser atendidos, clientes que no fueran aquellos
tipos. Jane bufó algo, como un insulto y Jessica trago saliva cuando los recién
llegados pasaron la puerta.
-entonces
por eso el Reggaetón es un asco…-dijo Mikoto gesticulando mientras hablaba con Dastán.
-¿quieren
música de verdad? 30 seconds to mars, eso si es genial-comento Melisa saludando
con la cabeza a las chicas Goldman quienes le regresaron el gesto.
-¿Jennifer,
me muestras lo que tienes de Megadeth?-pidió Tristán, como si no notara el
hecho de que Jane le gritaba por la mirada que no quería saber nada de él-o
quizás algo de porno, sé que también tienen.
Nolen
aun no entendía, como carajo hacia el para ignorar las “indirectas” que
Jennifer le arrojaba para quitarlo de su camino. Indirectas en los términos de
Jennifer para con Tristán se refería a gruñidos, ojos rojos, e intentos de
asesinato frontales, con muchos insultos implicados. Nolen se preguntaba porque
simplemente ese tarado no buscaba a otra idiota para cubrir la vacante de Jane,
ya que era tan mujeriego.
-porno….
Te meteré un maldito video porno gay por el….-lanzó la mujer.
-Jennifer-la
interrumpió Jessica nerviosamente, sujetando el brazo de su gemela, a modo de
aprensión. Jane se calló no sin seguir maldiciendo a Tristán por la mirada,
quien se había quedado callado, con la boca convertida en una línea.
Mikoto
y Dastán trataron de no parecer incomodos. Por otro lado Melisa veía la sección
de pop. Nolen se sintió preocupado, no podían echarlos de aquí, no luciría bien
ante el público, pero quizás alguien debiera tener una “charla” con ellos,
sobre lenguaje corporal.
-¿Rock
gótico?-pregunto Dastán a la asiática.
-¿Evanescence?-contestó
ella. Dastán asintió y ambos sonrieron.
-necesito
una soda-declaro Jennifer y la chica fue al interior de la casa. Nolen la
siguió con la mirada, como esperando que Tristán no fuera a su persecución.
Dastán y Mikoto fueron a la sección de Rock y veían muy absortos.
Tristán
le sonrió a Jessica y ella pareció recelosa. Nolen se levanto del mostrador y
ambos lo miraron.
-yo te
muestro, ¿porno o Megadeth?-intervino. Tristán parecía decepcionado, en tanto
Jessie le agradecía por la mirada.
-Megadeth.
Nolen
fue hasta uno de los expositores y le señalo la sección correcta. Tristán se
acercó a ver, como Nolen esperaba, Jessie no perdió un instante y fue tras
Jane.
-Titus,
¿verdad que debo cortarle el cuello con un CD de porno gay a ese cabrón?-le
pregunto Jennifer al gato. Titus se revolcó en las piernas de su ama, estando
totalmente de acuerdo.
Jessica
intento no reírse. Su gemela yacía en el sofá que había en el camino a la
cocina y justo frente al televisor. Jennifer acariciaba al gato negro con gran
cariño mientras el ronroneaba, Jessie esperaba que Nolen se ocupara de mantener
a los insufribles clientes ocupados.
Nadie quería ver a Jane encolerizada, más allá de lo molesto que pudiera ser,
no deseaban ver correr sangre en el piso de la tienda.
-ojala
eso bastara para matarlo….-le recordó. Jane bufó.
-ojala
bastara para que dejara de joderme-fue la agria respuesta de esta.
-no te
envidio nada.
Jennifer
entorno los ojos y se dirigió a su hermana con un gesto malicioso.
-si hay
algo que pagaría por ver, es a ti teniendo que rechazar a Dastán. Mierda, como
lo disfrutaría-manifestó.
Un
escalofrío atravesó la espalda de Jessica… una imagen de aquello se formo en su
mente, nooooo eso no podía pasar nunca.
Repentinamente un hombre apareció en la entrada a la sala.
Dastán.
Hablando de eso…
-Jessica,
sé que Jane odia a Tristán y toda esa mierda. ¿Pero quieres venir por un
helado?-invitó él.
Sagrada
madre de las mierdas. Jessie quedo incapaz de contestar en tanto miraba al
tipo.
-¿no
estabas con Mikoto?-pregunto Jennifer inquietada también. Dastán se encogió de
hombros sin darle importancia.
-ella habla
boludeces con Melisa-aclaró el tipo-así que, ¿vamos?
Paso un
par de segundos mientras Jessica lo procesaba. Luego miro a Jane y su voz salió
por poco ronca.
-nunca
mas volvamos a bromear sobre esto-le dijo.
Jennifer
se mordió el labio bajando un poco la cara. Titus veía con autentico desdén al
chico Graham…. Sabia lo poco bienvenido que era.
-¡putos!-grito
Angélica saltando desde un montón de cajas cayendo en un resplandor y
aterrizando como kirin. El oni rugió desde los cajones estudiando con ira a la
chica.
Jean no
sabía que tenían los malditos demonios con los almacenes viejos.
Había
pensado en traer a Trixi pero sabía que ella la mandaría a freír espárragos….
Era temprano en la mañana y la menor Wholferd pasó la noche muy movida…. Jean
esquivó un puñetazo del oni, eran tres y el más grande parecía muy ensañado en
ella. Media unos dos metros y su musculatura al igual que sus dientes era
jodidamente llamativa, el bastardo abrió el puño pasando a intentar con
zarpazos en vez de golpes.
Jean
esquivando nuevamente apunto a Gwyrdd rápidamente y disparo repetidamente
contra el pecho del demonio, el sujeto exclamo con dolor y su sangre se
derramo, pero eso no lo detuvo. Avanzo mas enojado aun y estampó su garra
contra Jean, afortunadamente ella aun de rodillas en el suelo lo detuvo con el
guante metálico de Adon en su otro brazo. El impacto por poco la hace
retroceder, aprovechó entonces para terminar la contienda, apuntó a Gwyrdd
juntando todo su poder y disparo el resplandor verde que usualmente era su
golpe de gracia.
-¡Angélica
los ojos!-grito a la vez que apretaba el gatillo.
La
kirin cerró los parpados mientras esquivaba a su oponente. El oni que ella
enfrentaba también se cubrió, así que la batalla siguió. La luz se disipo y el
enemigo de Jean era una mera estatua. Angélica decidió poner punto final al
juego entonces, esquivando nuevamente aprovechó el ataque del oni para meterle
una buena coz en la cara, el monstruo chillo y ella vio como la sangre y
algunos dientes del bicho caían al piso.
Acto
final, Angélica salto por encima del bastardo mientras chillaba y lo atravesó
con su cuerno por la espalda. El oni bramo y se desintegro. La kirin soltó un
relincho y miro a Jean.
Jean
veía hacia un pequeño círculo en la pared, la ruptura dimensional, claramente
al otro lado se podía ver la zona demoniaca, no era precisamente el área más
bonita…. Simplemente un desierto rojizo con cielos oscuros y tormentosos. El
último oni estaba de espalda contra la ruptura mirando con miedo a las chicas.
-mete
tu trasero ahí y no te daré de comer a mi amigo-amenazo Jean y su alma cristalina,
que siempre colgaba de su cuello, brilló.
Justo
detrás de ella apareció un demonio lagarto, de unos dos metros y medio,
escamoso, con cabeza de serpiente cascabel, piernas pequeñas comparadas con el
pecho y brazos largos pero musculosos. Movía su gruesa pero corta cola de un
lado al otro, en la base del cuello del demonio habían muchas serpientes
surgiendo, como cabello de medusa y las cabezas de estas se movían mirando al
enemigo.
Adon.
Adon le
enseño los dientes al oni, a diferencia de una serpiente cascabel real, Adon si
tenía la dentadura completa, no solo los colmillos y sus ojos verdes tal y como
se veían en su faceta humana no tenían cornea o iris.
-Adon,
es todo tuyo-declaró Jean cruzando los brazos sonriendo a medias. El oni
chillo.
-¡esto
no termina aun! ¡La matriarca las hará pagar! ¡Ella reinará!-exclamo y salto a
la zona demoniaca huyendo despavorido.
Angélica
volvió a ser una chica y miro a Jean intrigada.
-¿sabes
quien es?
-para
nada-miró al lagarto y Adon volvió al cristal con un chasquido de luz verde.
Jean
tomo el alma cristalina de su collar y se acercó a la ruptura por la que el oni
escapó, levantó el cristal y este brillo con intensidad, al a vez que
lentamente la puerta al otro lado se cerraba. Pronto el agujero dejó de
existir.
-esto
de la matriarca, me da mala espina-dijo la kirin mirando preocupada a Jean.
Jessica
miró sorprendida cuando su hermana hablaba en voz baja con Mauro, junto a la
entrada de la tienda. El muchacho le sonreía de modo arrebatador, no era de
sorprender que Jane estuviera tan embelesada, la mirada gris plateada del chico
hacia difícil no quedarse viéndolo con acosadora intensidad. Jennifer tenia
algo que hacia obvio su coqueteo, seguramente serian sus gestos, la forma en la
que estaba parada, la frecuencia con la que se enrulaba el cabello con los
dedos…. ¿O solo seria que Jessica la conocía muy bien?
-la
había visto tirándole miradas coquetas o indirectas sexuales a hombres… pero no
que se pusiera así-indicó Nolen, Jessie lo miró mientras el hacia cuentas con
una calculadora y escribía números en una libreta.
-si,
parece que tiene mucho mas interés del que esperaba-dijo Jessie mirando de
reojo a Jane y Mauro-me gusta que por fin encuentre a alguien… pero él es muy….
-¿humano?-completo
el semidemonio mirando a Jessie con seria preocupación, ella tenía una
expresión casi idéntica-si, no es un plan perfecto que Jennifer ande por ahí
muy abrazada a terrenales. Pero…. Ella parece feliz, es probable que sepa en
que se esta metiendo y acepte los riesgos.
Jessica
suspiró. Nolen volvió a los números y a verificar inventario.
-de
todos modos no importaría mucho nuestra intromisión al final. Jennifer es libre
de hacer lo que desee, solo podemos decirle que tenga cuidado-Jessie se mordió
el labio inferior- ordenarle alejarse es contraproducente, solo causaríamos que
se enfureciera con nosotros…. para sazonar esto mas, ella es solo mitad humana,
el resto es un canis inferno y canis inferno son… bestias territoriales. Si
Jane siente que estamos amenazando su territorio, en este caso Mauro, las cosas
se pondrían feas….
Nolen
endureció su postura tratando de no perder la calma. Jessica conocía a Jennifer
y conocía como eran los de su especie, tenían propensión a la agresividad, y un
impulso tremendo por resguardar todo lo que consideraran suyo de amenazas.
Usualmente todos quieren proteger lo suyo, pero un canis era peor, ellos casi
pierden la cordura si se sienten violentados. Jennifer por si fuera poco, era
una persona que por si sola ya era bastante agresiva, bastante más que Jessica,
podrían no ser del todo demonio, pero aun lo eran en gran parte…
No tenían la palidez de los canis puros, ni su
tamaño, ni su aliento de acido ardiente, pero tenían su temperamento. Mas la
fuerza para contener la violencia instintiva variaba de persona a persona y
Jessie por suerte, no era como Jane en ese aspecto, Jessica podría resistir
mas, era una gran fortuna, porque no se imaginaba que cosas podría haber hecho
su hermana si no fuera porque había alguien que siempre podía refrenarla.
-¿por
qué tus hermanos me miraban así?-preguntó Mauro mientras comía un helado.
-….
Seguro se sorprendieron de verte en casa-alego Jennifer tratando de no parecer
como que sabia algo que el no. Porque lo hacia.
Mauro
la miro intrigado.
-¿por
qué? No has tenido muchos novios… ¿no?-quiso saber tomando otro poco del helado
con una cucharita.
Ella se
encogió de hombros, tratando de no pensar en Tristán Graham, era absurdo que
ningún chico viniera a verla a casa, pero ese bastardo llegara tan
inoportunamente como si ella fuera algo suyo. Jennifer y Mauro estaban en la
esquina de la tienda, mientras atardecía, fuera de la vista de la familia de
Jane, cosa que esta agradecía, la mirada preocupada de su gemela no era algo
grato.
-no,
tengo baja popularidad entre los hombres-declaró la chica mordiendo su
barquilla, Mauro la vio como si estuviera loca.
-por
qué diablos….
-no
se-mintió resignada-quizás sea mi temperamento.
-no
pareces alguien tan…. Difícil, te encuentro encantadora-le dijo el
sinceramente.
Jennifer
sintió el alago alegrarle el alma, pero a la vez, solo podía pensar en lo
equivocado que estaba…. Ella podía tener un aspecto engañoso, del mismo modo
que podía ser muy tierna, podría llegar a ser la peor de las monstruosidades.
-gracias,
pienso lo mismo de ti-dijo ella quitándose un mechón negro del rostro, su
corazón latía fuerte, no cabía duda de que Jane estaba enamorada del humano.
Joder, ella hubiera preferido no hacerlo, es probable llegar a amar a alguien con
el tiempo, pero es malditamente difícil llegar a odiar a propósito a otros, en
especial cuando se trata de alguien que no te ha hecho nada malo-eres muy
guapo.
Una
sonrisa se le escapo a Mauro, una muy dulce.
-aunque
algo me dice, que tu impopularidad es por algo. Me atraes mucho, demasiado como
para no correr el riesgo contigo-manifestó, extendió una mano y le acarició
sutilmente el hombro a Jane mientras ella terminaba su helado, se estremeció
mucho ante el toque-quisiera conocerte mejor. ¿Me dejas?
Jennifer
entonces, recordó el hecho de que él era humano…. Y ella era un monstruo.
¿Conocerla? Podrían compartir gustos musicales, culinarios, algo de sexo pero….
Eso no significaría realmente conocerla del todo, si lo dejara hasta ahí,
Jennifer se habría sentido como una mentirosa, mintiéndole a Mauro sobre su
procedencia, su nombre, su especie…. Todo habría sido una farsa, la Jane misma
que miraba era en parte una farsa.
Jennifer
tenía miedo.
Temía
que al decir la verdad, la mejor oportunidad romántica que había tenido desde… desde
Tristán, se derrumbara, Jane creía que el amor la haría ser más frágil, pero
aun así, se sentía jalada en dirección a Mauro. Tras el desaire de Graham,
Jennifer había estado devastada, decidió permanecer asexual por un largoooo
tiempo hasta sentirse segura otra vez, de hecho, podría tomar algo de sexo
anónimo, pero nada a parte de ello, no quería otro “problema” en su vida. En se
momento cuando miró los ojos grises del joven, Jane deseo con todas sus fuerzas
estar en la piel de Jessica y no en la propia, después de todo, Jessie nunca
había tenido mala suerte, en relación con los fatídicos destinos que
generalmente azotaban a Jennifer.
Aunque
estaba cubierta de muchas confusiones e inseguridades, ella lo escondió, le
sonrió con lindura a Mauro al responder:
-con
gusto Mauro, me gustaría algo contigo-soltó.
Mauro
apretó su mano alrededor del hombro de la chica con una mirada satisfecha.
Jennifer no era estúpida, sabia que clase de personas debería mantener lejos….
Pero Mauro no era realmente una amenaza directa, no le quitaría su libertad o
algo parecido, el verdadero asunto estaba en que él no le rompiera el jodido
corazón.
El
adorable semblante del hombre y su olor a jabón consiguió que Jennifer
decidiera que valía la pena, si no se arriesgaba no se ganaba. Lo peor que
podría sucederle por que Mauro la rechazara era eso mismo, él no se atrevería a
andar por ahí gritando la verdadera identidad de Jennifer, puesto que sabría
cual seria el precio…. Mas si el la aceptaba, ella habría sacado bingo.
-¿entonces
puedo verte otro día para jugar algún juego o ir a comer algo?-preguntó el
esperanzado, no soltaba la mirada de la semidemonia.
Jennifer
debía decirle la verdad en algún momento, pero no aun, primero quería que Mauro
se diera la oportunidad de conocerla, de ver que era más que un monstruo. Que a
pesar de ser una semidemonia, muuuuy en el fondo era una chica.
Jennifer
termino su helado de un ultimo mordisco y luego estiro la mano para acariciar
la mejilla de Mauro, el pareció sorprendido y a la vez cautivado por la joven.
-seguro,
ven mañana si quieres-le hizo saber.
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