lunes, 29 de diciembre de 2014

El edén del infierno: Acto 1-Capitulo 11

11-Peligrosas casualidades

E

sa tal matriarca estaba consiguiendo sacarle los nervios a Jean. Primero una presunta secta de Azazel o de algún otro demonio estaba provocando ataques y ahora alguna loca tenía algo planeado, si no era que ella formaba parte de todo el asunto de Azazel, Jean deseaba con todo su ser que los onis solo estuvieran fanfarroneando. Al caer la noche, Angélica invitó a Jean y Trixi al cine, dijo que para variar debían hacer algo juntas que no fuera matar monstruos. Trixi sugirió algo de terror, Angélica la apoyo y a Jean no le interesaba mucho.

Cuando la función comenzó, Jean estaba mas pendiente de comer que de mirar cualquier susto. En lo que a ella concernía, una cara fea que apareciera de pronto y dos litros de sangre, no era suficiente para asustar realmente, al menos que tu fueras la victima en la gran pantalla. Pero si Jean quisiera ver monstruos y sangre, habría ido a matar demonios inferiores. Por otro lado Trixi y Angélica, a pesar de no estar aterradas, se estaban divirtiendo.

En la película una de las protagonistas estaba durmiendo, Jean supo con solo mirar el ángulo de la cámara que algo malo pasaría. Estaba en lo cierto, alguna entidad paranormal jalo de los tobillos a la chica y la hizo caer en el suelo. Clásico, la mujer gritó y corrió fuera del cuarto buscando al resto de los habitantes de la casa.

-eso no me asusta, Úrsula en la cama de Jane da mas miedo-declaró una voz familiar. Jean se sintió helada de pronto, volvió la cabeza encontrando lo que  temía.

Los Goldman. Todos.

Jennifer y Nolen riendo, a su lado Jessica con su novio, abrazados y mirando con una sonrisa a la pantalla. Mierda, ¿era el mandito destino?

-Angélica, que sorpresa-saludó un chico, Jean lo miro entonces, el sujeto estaba a su lado y miraba a la rubia sorprendido.

-Trisher-devolvió ella sonriéndole de oreja a oreja-no sabia que perdías el tiempo viendo cine de terror.

-lo hago a veces-el sombra saludó con la cabeza a las Wholferd, Trixi le dedico una flamante sonrisa y Jean solo le devolvió el gesto.

-Ange… que-iba a decir Jennifer al notar a la rubia.

Jean maldijo, las habían visto. Todos levantaron la vista encontrando al grupo de los Goldman e Ion mirándolos. Nolen inmediatamente hizo caso omiso a los demás y se enfocó en Jean, ella deseaba que no lo hiciera, se sentía jodidamente incomoda. Pero pronto tanto Ion como Nolen parecían preocupados de algo, como si una avalancha estuviera por llegar.

-ustedes….-siseo Angélica matando a las gemelas con la mirada-¿como mierda no las vi?

-tendríamos que haber olido tu pútrido olor desde la entrada-se quejó Jennifer juntando las cejas, claramente combatía el impulso de sus ojos por tornarse rojos.

-por la mierda-indicó Trixi sosteniendo el brazo de Angélica, ella parecía que pronto saltaría sobre las hermanas de Nolen y ellas con gusto la recibirían a golpes.

-no hables mucho, ¿aun tienes el impulso de morder a los demás? Deberías usar un bozal, uno remachado para bloquear tu aliento de perra-insultó la kirin.

Jean no sabía que ellas se llevaran mal…. Jennifer soltó un gruñido casi inaudible, Jessica la sostuvo por un brazo rápido.

-yegua puta-dejo escapar Jane aun tratando que su bestia interior permaneciera dentro.

Trisher miro a cada uno de los grupos, como si se hubiera perdido de algo. Nolen se aclaró la garganta, la oscuridad hacia que sus ojos casi desaparecieran.

-vámonos-ordenó el.

-pero…

-vamos-exigió poniéndose de pie.

Jennifer de mala gana obedeció, luego de que su gemela tirara de su brazo para llevarla. Nolen antes de irse miró a Jean fijamente.

-acompáñanos-pidió ronco, Jean se miro con Trixi y Angélica quienes se preguntaban por qué el pedía eso.

-las veré en la taquilla-dijo ella siguiendo a los Goldman mientras salían de la sala.

Jean contaba con mantenerse lejos de ellos, pero ya que al parecer el universo estaba en contra de sus deseos; tenía que enfrentar a Nolen y pedirle que dejara de molestarla.

 

Claramente huir era una idea atrayente, pero Jean se hubiera sentido como una perfecta cobarde de hacerlo… y la cobardía no era algo que ella tolerara. Nolen no la encaró en el camino, pero las gemelas y el novio de Jessie ciertamente parecían intrigados.  Se posicionaron cerca de la taquilla cuando Nolen finalmente habló.

-de todos modos la película no valía el dinero-indicó, Ion se encogió de hombros-podemos ir a las librerías o algo más.

-me parece bien, eso de Angélica en la misma sala que nosotras me puso muy…-iba a decir Jennifer.

-¿salvaje?-inquirió Jessie, Jean las miró sin pronunciar sonido.

-quizás-admitió la semidemonia.

Nolen viró los ojos antes de continuar.

-entonces iremos a comer y a la librería, pero antes creo que necesitamos ir al baño-sugirió el.

-cierto, vamos-alentó Ion viendo a Jean por el rabillo del ojo.

Jean se dio cuenta que el chico sabia sobre el intento de Nolen por romper el hielo. Nolen le sonrió agradecido, las gemelas se vieron una a la otra comprendiendo el tácito mensaje. Joder, Jean se sentía malditamente incomoda rodeada de semidemonios y en particular de Nolen quien la veía con exagerada atención cada vez que le ponía el ojo.

-adelántense, los veo en la salida del cine-avisó el joven, los demás asintieron y cuando iban hacia el baño, notaron a Trisher quien les hizo señas pidiendo atención, ellos atendieron el llamado yendo hacia él.

Jean los estudio alejarse, le pareció que esos chicos si que disfrutaban el tiempo libre, cada vez que los encontraba era porque salían a divertirse. Nolen se aclaró la garganta, eso hizo que Jean lo dirigiera los ojos hacia el aunque el resto de su rostro continuara en dirección a los Goldman e Ion.

-¿tienes algún problema conmigo?-soltó el chico. Jean lo veía con expresión neutra.

-¿ah?

-cada vez que hablamos te esfumas, de manera que tengo la sensación que hice algo para que huyeras-explicó, vaya era tan obvio como Jean había pensado.

Hubo silencio, lo único que podía escuchar eran los pasos y las conversaciones de los transeúntes alrededor…. A parte de sus pensamientos inquietos, aunque su rostro no lo demostrara su cabeza era una maquina enormemente activa. Agradecía tener una cara de póker tan genial.

-porque lo hago-declaró.

Nolen parecía sutilmente sorprendido. No esperaba que ella lo aceptara, Jean pensaba que era por su aspecto, no parecía que muchas cosas la hicieran querer escapar. Era cierto, pero el impulso de escape esta vez tenía más que ver con miedo a exponerse a algo que no pudiera controlar… o ser como Félix… que a los instintos de auto conservación.

-¿disculpa?... ¿que hice para que escapes?-preguntó el aun afectado-no recuerdo haber dado señal de querer matarte o algo así.

-lo sé, no tiene nada que ver con eso-Jean se volvió del todo al chico entonces-solo que te acercas demasiado.

-simplemente preguntaba cosas de ti. Ni siquiera he rozado un dedo en tu piel-dijo confuso y algo irritado.

-no, pero preguntas cosas que me hacen sentir invadida-aclaró la pseudodemonia-preguntarme que hombres me gustan no es como preguntarme mi comida favorita. Aunque eso también seria raro.

Nolen no replicó, se limito a ver a Jean como si fuera una cosa extraña. Obviamente esas indirectas a él no le parecían la gran cosa.

-simplemente quería conocerte, ¿tiene algo de malo?

-si.

La vacilación no se sintió en la declaración. Nolen alzó una ceja de modo casi reprobatorio, pero había más interés en el gesto que otra cosa.

-¿por qué….?

-eres un semidemonio, mi clase no debe mezclarse con la tuya.

-Angélica es tu amiga.

-Angélica no es hombre.

Nolen tensó las facciones, sus mejillas estuvieron cerca de volverse tan brillantes como un letrero de neón. Pensaba en las otras implicaciones de la palabra “mezclarse”.

-pero yo no dije que quiera eso….

Jean por fin dejo de mirarlo con su cara neutra para hacer un mohín. A Nolen le gustaba cuando se mostraba expresiva, aunque ello no significara que no le parecía genial su mirada firme o neutra.

-pero es algo que podría ocurrir y tengo otras razones un poco mas personales….

-oye, si habría alguien a quien me parece que debería darle asco esto, es a mi-Nolen hizo que su voz se volviera ronca de un momento a otro-una pseudodemonia, ustedes no son muy populares, algunos los ven como algún tipo de matones o caza recompensas de alta clase.

En eso tenía razón, la mayoría de los demonios y mestizos tenían poco agrado por su tipo, debido a que los pseudodemonios no solo se encargaban de las situaciones de desequilibrio, sino que tenían que comer… y eso significaba ir por ahí eliminando demonios a cambio de dinero tal como Jean hacia.

Y de algún modo ser llamada “caza recompensas de alta clase” la hizo sentir alagada.

-no somos malos… pero ellos tienen en gran medida mucha razón-expuso ella sin vergüenza alguna. Nolen dejó de estar rojo. 

-lo tengo claro, pero no me importa. Se lo que es luchar por sobrevivir, cada uno tira hacia su lado y el de los suyos, son cosas de la vida que no se pueden borrar-Nolen se suavizó otra vez-guardar rencor no tiene caso.

Jean tenía que admitir que era bueno con sus argumentos. Y que le importara poco su profesión asesina de demonios y semidemonios, era inesperado.

-interesantes palabras, ¿pero que hay cuando tu madre entra en esto? Sobre el asunto del Fear.

Nolen quedó sin aliento, nombrar algo tan delicado como eso no era sencillo.

-esos eran humanos, no pseudodemonios y tengo muy presente que no lo hicieron por sobrevivir o ganarse la vida. Tenía más que ver con la codicia…. Y si se quiere ustedes en la mayoría de los casos hacen bien en liquidar a los monstruos locos de por ahí.

Nolen se puso una mano en el cabello y lo alisó, Jean no pudo evitar mirarlo, era tan…. Mierda no debía pensar eso.

-halagador.

-pero ya nos salimos del tema. Yo quiero conocerte, de verdad, no solo a la asesina a sueldo-Nolen bufó un poco exaltado al decirlo en voz alta-y no sé que tengo de malo, trabajo, no me como a nadie, soy guapo…. ¿Lo soy? –sonó como si quisiera una reafirmación, Jean lo miró como si un payaso asesino le hubiera salido en la noche preguntándole si era aterrador.

-lo eres-le aseguró medio estupefacta. El muchacho casi sonríe, Jean reconoció un insignificante sonrojo en sus mejillas, negándose a desaparecer.

-tolero a los homosexuales, y soy un gar…. Ganador de juegos de lucha-corrigió al final cubriéndose la boca con una mano, como si hubiera desembuchado algo de vida o muerte, Jean no apartaba de el una mirada extremadamente intrigada.

-ok…. Creo que ya dijiste suficiente-indicó la mujer aun preguntándose lo que Nolen iba a decir.

Suspiro libreando su boca de la mano, quizás ya asumía que Jean había olvidado la extraña vacilación en hablar de hace pocos segundos.

-bueno, ese demonio no mentía después de todo…-señaló.

-¿quien?

-el sujeto de ojos verdes-le recordó con cara divertida y a la vez… ¿dulce?

Maldita sea, Adon. Jean debía hacer algo con su gran boca.

Te estoy haciendo un favor dijo el adjunto desde su interior. Agradéceme.

Hazle el favor a tu puta madre.

-¿mi adjunto?-preguntó Jean, internamente agitada, sabía a que dirección iba, pero trataba de hacer como que no sabía nada.

-el mismo, dijo que soy la clase que te gusta-hizo una pausa y dio un paso hacia Jean, ella no se movió, algo en su voz la mantenía anclada, ojos naranja, malditos ojos naranja-y ya que tu a mi, si que me gustas, creí que al menos podrías intentar….

Jean no alzaba la mirada para verlo a la cara, se centraba en su oscura camisa negra ajustada a su ancho pecho. Finalmente ella hizo que sus ojos se elevaran para verlo bien.

¡Jean carajo, tu no eres Félix! ¡Vive la maldita vida! Gritó Adon.

 -intentar…-repitió ella, claramente considerándolo.

Nolen parecía sentir que ella se lo estaba planteando, así que se tomo una pequeña libertad: una de sus manos se cerró en la muñeca derecha de Jean, ella sintió un cosquilleo en el brazo, dejarse tocar no era algo que sucediera a menudo. Jean estaba usando anteriormente una chaqueta pero cuando Angélica sintió frio, Jean se la había facilitado, ahora ella no sabia si alegrarse de ello o arrepentirse.

Nolen miraba la erizada piel del brazo que sostenía bajo su cálido agarre. Jean hizo lo posible por no mostrar reacción cuando el semidemonio le acarició la piel con el dedo pulgar, aunque sentía que si no apartaba el brazo le temblaría.

-¿lo harás?-perfume maldito…. Olía bien.

Jean reconocía la evidente reacción que tenia, la hacia sentir tan viva como cuando mataba a sus enemigos. ¿Valdría el riesgo? Ella no era débil como Félix, ella no era estúpida ni controlable tampoco y Nolen no parecía alguien que la usaría para ningún fin egoísta y/o macabro.

Falta de amor. Las palabras de Angélica eran un incordio, Jean lo había tomado en broma al principio pero quizás ella tenía algo de razón. Había disfrutado su juventud libre de muchas maneras, podría ser el momento de disfrutarlo de otro modo. Si Nolen la erizaba solo acariciándole el brazo, no sabia como seria lo demás, no lucia nada indeseable.

Un intento no estaba mal, pero debía pensarlo mejor.

-quizás-anunció, Nolen la encaró enseguida atónito, recibir una remota esperanza de Jean parecía irreal tras tanto pensar.

Nolen sonrió alegremente y soltó el brazo de la mujer, para tocarle el hombro con la misma. El chico bajo la cabeza hacia Jean, pero ella alejó la suya al momento que iba a ser besada. Nolen quedo mirándola a la expectativa y un tanto decepcionado, Jean lo notó viéndolo de soslayo.

-no ahora-avisó ella-aun no he dicho que si. Hablaremos de eso en otro momento.

 

Jessica vio en la salida del cine a Mauro, hablaba con Jennifer y ella solo lo miraba alegremente. Jane había dicho que él pasaría, pero nunca dijo que llegaría al cine….

-Si lo supiera…..-mascullo el semidemonio mirando a los chicos con angustia.

Jessie suspiró y apretó el brazo de Ion en su mano. Trató de no verse más preocupada que él.

 -cruzo los dedos porque no reaccione mal-dijo ella al encarar a su novio-Jane debe ir muy con cuidado.

Estrellarse contra la pared de la realidad puede doler. Pero es peor darse cuenta que tal pared existía…. Y haber vivido en la realidad incorrecta todo el tiempo. Pensó Jessica.

-¿para no mostrarle como es en verdad?-preguntó Ion, Jessica frunció un poco el ceño.

-¿recuerdas como es Jennifer cuando está furiosa? Realmente. Furiosa-inquirió la semidemonia tranquilamente, en contraste con la mirada de su novio. Ion endureció la mandíbula y tenso la frente.

-ti… tienes razón.

-si Mauro ve eso…. Estoy absolutamente segura que lo único que permanecerá en su cabeza sobre mi hermana será: “Que Jennifer es un monstruo y él debe alejarse” –mascullo con voz y mirada amarga.

Ion de pronto agrandó los ojos mirando hacia Jennifer y Mauro, Jessie hizo lo mismo….  Mauro se había inclinado rápidamente y había besado en la boca a Jane… fue solo un segundo, un toque de labios y luego retrocedió tan rápido como se acercó. Jennifer había quedado atónita mirándolo fijamente con los ojos de par en par y los labios entreabiertos.

Mauro casualmente sonrojado le sonrió, algo en esa sonrisa se vio nervioso.

-por lo menos, parece que de verdad le gusta Jennifer-alegó Jessica muy bajo.

martes, 23 de diciembre de 2014

El edén del infierno: Acto 1-Capitulo 10


10-Al otro lado

J

ean volvió pronto a casa, cuando lo hizo se sorprendió de encontrar a Trixi y Úrsula en la cocina. La menor de las Wholferd estudiaba una pasta mientras esta se cocinaba a fuego lento, la súcubo por otro lado yacía sentada en la mesa mirando el periódico vehemente, claro, hasta que noto que Jean observaba.

-Jean, me preguntaba que había sido de ti-afirmo ella sonriéndole ampliamente. Jean paso el umbral a la cocina, Trixi la encaro entonces.

-¿que tal el Dorado?-quiso saber ella de buen humor.

Jean se encogió de hombros sentándose frente a Úrsula, quien estaba absorta en su lectura, Jean agradecía eso, no quería que empezara a poner su cara adorable. Pero eso era poco probable, considerando lo serio del asunto que iban a tratar.

-interesante, nada fuera de lo normal, ¿y ustedes? ¿Como estuvo el asunto de Key?-contestó la mujer cruzando las piernas.

Las chicas compartieron una mirada preocupada, luego Úrsula frunció el ceño con desagrado volviendo al periódico. La súcubo se coloco tras la oreja un mechón rojo, era un gesto nervioso, no por miedo, más bien, por inquietud y tensión.

-no hubo mucho éxito-alegó Trixi con los labios comprimidos en una línea-Key no estaba en casa, de hecho, nadie vive ahí.

Jean le lanzo una mirada incrédula.

-como….

-no estaba ni Key, ni sus muebles-aclaro Úrsula, posando un codo en la mesa y colocando la cabeza en el hueco de su mano-solo el polvo.

Jean resopló, maldijo por lo bajo.

-lo siento Jean-dijo Trixi algo decepcionada.

-no importa, no es tu culpa-le aseguro.

Trixi asintió y miro la comida cocinándose, luego se volvió a su hermana.

-voy al baño, vigilen la cena-indico y salió de la sala.

Nadie dijo palabra por varios minutos, en los cuales Jean se preguntaba como probaría a Trixi, si no había nadie con quien hacerlo. Necesitaba un nuevo blanco para ella. Entrelazo los dedos en la mesa, sin dejar de pensar.

-Trixi puede sola-dijo Úrsula repentinamente, Jean salió de sus pensamientos y la estudio intrigada. Úrsula había dejado de mirar el periódico.

-¿como lo sabes?

-estuve ahí, y no hacia nada mal las cosas, simplemente tuvo mala suerte y su presa escapó. Estoy segura que la próxima, te hará sentir orgullosa-Úrsula sonrió de modo encantador, por una vez, Jean no se sintió enferma por ello, generalmente le provocaba desdén.

-bien, eso espero-indico la pseudodemonia, manteniendo voz neutra-y te agradezco la ayuda, aunque no hizo falta, estuviste dispuesta a acompañarla.

Úrsula manoteo restándole importancia.

-No es molestia. Tenías razón…. Ella lo necesita, siempre es un placer ayudarle y hacerla feliz-puso las manos en la mesa.

Jean asintió con la cabeza, mostrándole una apenas visible sonrisa. Úrsula de pronto volvió a su comportamiento profano habitual, lo que casi hizo olvidar la repentina simpatía que había entre ambas….

-y dime, ya que estamos en mejores términos, ¿me acompañas a la Rosa nocturna? Será genial-invito ella acercando peligrosamente una de sus manos a las de Jean, Jean las alejó, fuera de su alcance.

Úrsula la estudio casi intrigada. Jean hizo desaparecer su sonrisa en un instante, volviendo a su mirada fría. Trixi estaba entrando una vez más a la cocina, Jean la miró de soslayo, cuando le susurró a Úrsula:

-me agradas un poco mas ahora, pero nunca los suficiente para eso. 

 

Nolen se quedo en el mostrador, recostado en su silla. Era fastidioso esperar la llegada de los clientes. Igual no estaba muy interesado en ello, solo podía pensar en Jean y su actuación de la última vez…. El modo en que Jean había mirado a ese demonio de ojos verdes, Adon, parecía la expresión de un criminal cuando ha sido traicionado por su cómplice. Nolen fue agarrado por sorpresa, se consideraba guapo y toda esa mierda, pero no esperaba que Jean sintiera algún gran interés por él desde antes, pero francamente le alegraba.

Sin embargo se preocupaba de que luego del incidente en el café, ella no quisiera dirigirle la palabra otra vez. Intentó llamarla un sinfín de veces, pero simplemente no contestaba, ¿quizás fuera tímida?... pero, ¿Jean siendo tímida? ¿Que putada era esa? Si la seguridad en si misma era una de sus características…. Seguía preguntándose porque se negaba ha hablar.

Jessica y Jennifer parloteaban junto a unos estantes de discos, Nolen envidio que sus preocupaciones fueran mucho menores que las suyas… incluso que sus relaciones románticas, o intentos de ellas, fueran mas simples. Bueno, simples para Jessie, porque Jennifer aun tenia que lidiar con Graham y el coqueteo que mantenía con Mauro no había pasado a mayores, de momento.

-tiene que ser mentira-gimió Jane mirando hacia la transparente puerta de entrada.

Un grupo de sujetos entraron, Nolen deseo encontrar la manera de que la tienda fuera invisible para ellos. Joder, eran Melisa y sus molestos amigos.

Melisa no era tanto el problema, ella era generalmente la líder de su grupo, pero no a quien los Goldman le tenían aversión, esos eran los malditos gemelos que siempre la seguían. Jennifer y Jessica no podían moverse de sus lugares, podrían llegar clientes para ser atendidos, clientes que no fueran aquellos tipos. Jane bufó algo, como un insulto y Jessica trago saliva cuando los recién llegados pasaron la puerta.

-entonces por eso el Reggaetón es un asco…-dijo Mikoto gesticulando mientras hablaba con Dastán.

-¿quieren música de verdad? 30 seconds to mars, eso si es genial-comento Melisa saludando con la cabeza a las chicas Goldman quienes le regresaron el gesto.

-¿Jennifer, me muestras lo que tienes de Megadeth?-pidió Tristán, como si no notara el hecho de que Jane le gritaba por la mirada que no quería saber nada de él-o quizás algo de porno, sé que también tienen.

Nolen aun no entendía, como carajo hacia el para ignorar las “indirectas” que Jennifer le arrojaba para quitarlo de su camino. Indirectas en los términos de Jennifer para con Tristán se refería a gruñidos, ojos rojos, e intentos de asesinato frontales, con muchos insultos implicados. Nolen se preguntaba porque simplemente ese tarado no buscaba a otra idiota para cubrir la vacante de Jane, ya que era tan mujeriego.

-porno…. Te meteré un maldito video porno gay por el….-lanzó la mujer.

-Jennifer-la interrumpió Jessica nerviosamente, sujetando el brazo de su gemela, a modo de aprensión. Jane se calló no sin seguir maldiciendo a Tristán por la mirada, quien se había quedado callado, con la boca convertida en una línea.

Mikoto y Dastán trataron de no parecer incomodos. Por otro lado Melisa veía la sección de pop. Nolen se sintió preocupado, no podían echarlos de aquí, no luciría bien ante el público, pero quizás alguien debiera tener una “charla” con ellos, sobre lenguaje corporal.

-¿Rock gótico?-pregunto Dastán a la asiática.

-¿Evanescence?-contestó ella. Dastán asintió y ambos sonrieron.

-necesito una soda-declaro Jennifer y la chica fue al interior de la casa. Nolen la siguió con la mirada, como esperando que Tristán no fuera a su persecución. Dastán y Mikoto fueron a la sección de Rock y veían muy absortos.

Tristán le sonrió a Jessica y ella pareció recelosa. Nolen se levanto del mostrador y ambos lo miraron.

-yo te muestro, ¿porno o Megadeth?-intervino. Tristán parecía decepcionado, en tanto Jessie le agradecía por la mirada.

-Megadeth.

Nolen fue hasta uno de los expositores y le señalo la sección correcta. Tristán se acercó a ver, como Nolen esperaba, Jessie no perdió un instante y fue tras Jane.

 

-Titus, ¿verdad que debo cortarle el cuello con un CD de porno gay a ese cabrón?-le pregunto Jennifer al gato. Titus se revolcó en las piernas de su ama, estando totalmente de acuerdo.

Jessica intento no reírse. Su gemela yacía en el sofá que había en el camino a la cocina y justo frente al televisor. Jennifer acariciaba al gato negro con gran cariño mientras el ronroneaba, Jessie esperaba que Nolen se ocupara de mantener a los insufribles clientes ocupados. Nadie quería ver a Jane encolerizada, más allá de lo molesto que pudiera ser, no deseaban ver correr sangre en el piso de la tienda.

-ojala eso bastara para matarlo….-le recordó. Jane bufó.

-ojala bastara para que dejara de joderme-fue la agria respuesta de esta.

-no te envidio nada.

Jennifer entorno los ojos y se dirigió a su hermana con un gesto malicioso.

-si hay algo que pagaría por ver, es a ti teniendo que rechazar a Dastán. Mierda, como lo disfrutaría-manifestó.

Un escalofrío atravesó la espalda de Jessica… una imagen de aquello se formo en su mente, nooooo eso no podía pasar nunca. Repentinamente un hombre apareció en la entrada a la sala.

Dastán. Hablando de eso…

-Jessica, sé que Jane odia a Tristán y toda esa mierda. ¿Pero quieres venir por un helado?-invitó él.

Sagrada madre de las mierdas. Jessie quedo incapaz de contestar en tanto miraba al tipo.

-¿no estabas con Mikoto?-pregunto Jennifer inquietada también. Dastán se encogió de hombros sin darle importancia.

-ella habla boludeces con Melisa-aclaró el tipo-así que, ¿vamos?

Paso un par de segundos mientras Jessica lo procesaba. Luego miro a Jane y su voz salió por poco ronca.

-nunca mas volvamos a bromear sobre esto-le dijo.

Jennifer se mordió el labio bajando un poco la cara. Titus veía con autentico desdén al chico Graham…. Sabia lo poco bienvenido que era.

 

-¡putos!-grito Angélica saltando desde un montón de cajas cayendo en un resplandor y aterrizando como kirin. El oni rugió desde los cajones estudiando con ira a la chica.

Jean no sabía que tenían los malditos demonios con los almacenes viejos.

Había pensado en traer a Trixi pero sabía que ella la mandaría a freír espárragos…. Era temprano en la mañana y la menor Wholferd pasó la noche muy movida…. Jean esquivó un puñetazo del oni, eran tres y el más grande parecía muy ensañado en ella. Media unos dos metros y su musculatura al igual que sus dientes era jodidamente llamativa, el bastardo abrió el puño pasando a intentar con zarpazos en vez de golpes.

Jean esquivando nuevamente apunto a Gwyrdd rápidamente y disparo repetidamente contra el pecho del demonio, el sujeto exclamo con dolor y su sangre se derramo, pero eso no lo detuvo. Avanzo mas enojado aun y estampó su garra contra Jean, afortunadamente ella aun de rodillas en el suelo lo detuvo con el guante metálico de Adon en su otro brazo. El impacto por poco la hace retroceder, aprovechó entonces para terminar la contienda, apuntó a Gwyrdd juntando todo su poder y disparo el resplandor verde que usualmente era su golpe de gracia.

-¡Angélica los ojos!-grito a la vez que apretaba el gatillo.

La kirin cerró los parpados mientras esquivaba a su oponente. El oni que ella enfrentaba también se cubrió, así que la batalla siguió. La luz se disipo y el enemigo de Jean era una mera estatua. Angélica decidió poner punto final al juego entonces, esquivando nuevamente aprovechó el ataque del oni para meterle una buena coz en la cara, el monstruo chillo y ella vio como la sangre y algunos dientes del bicho caían al piso.

Acto final, Angélica salto por encima del bastardo mientras chillaba y lo atravesó con su cuerno por la espalda. El oni bramo y se desintegro. La kirin soltó un relincho y miro a Jean.

Jean veía hacia un pequeño círculo en la pared, la ruptura dimensional, claramente al otro lado se podía ver la zona demoniaca, no era precisamente el área más bonita…. Simplemente un desierto rojizo con cielos oscuros y tormentosos. El último oni estaba de espalda contra la ruptura mirando con miedo a las chicas.

-mete tu trasero ahí y no te daré de comer a mi amigo-amenazo Jean y su alma cristalina, que siempre colgaba de su cuello, brilló.

Justo detrás de ella apareció un demonio lagarto, de unos dos metros y medio, escamoso, con cabeza de serpiente cascabel, piernas pequeñas comparadas con el pecho y brazos largos pero musculosos. Movía su gruesa pero corta cola de un lado al otro, en la base del cuello del demonio habían muchas serpientes surgiendo, como cabello de medusa y las cabezas de estas se movían mirando al enemigo.

Adon.

Adon le enseño los dientes al oni, a diferencia de una serpiente cascabel real, Adon si tenía la dentadura completa, no solo los colmillos y sus ojos verdes tal y como se veían en su faceta humana no tenían cornea o iris.

-Adon, es todo tuyo-declaró Jean cruzando los brazos sonriendo a medias. El oni chillo.

-¡esto no termina aun! ¡La matriarca las hará pagar! ¡Ella reinará!-exclamo y salto a la zona demoniaca huyendo despavorido.

Angélica volvió a ser una chica y miro a Jean intrigada.

-¿sabes quien es?

-para nada-miró al lagarto y Adon volvió al cristal con un chasquido de luz verde.

Jean tomo el alma cristalina de su collar y se acercó a la ruptura por la que el oni escapó, levantó el cristal y este brillo con intensidad, al a vez que lentamente la puerta al otro lado se cerraba. Pronto el agujero dejó de existir.

-esto de la matriarca, me da mala espina-dijo la kirin mirando preocupada a Jean.

 

Jessica miró sorprendida cuando su hermana hablaba en voz baja con Mauro, junto a la entrada de la tienda. El muchacho le sonreía de modo arrebatador, no era de sorprender que Jane estuviera tan embelesada, la mirada gris plateada del chico hacia difícil no quedarse viéndolo con acosadora intensidad. Jennifer tenia algo que hacia obvio su coqueteo, seguramente serian sus gestos, la forma en la que estaba parada, la frecuencia con la que se enrulaba el cabello con los dedos…. ¿O solo seria que Jessica la conocía muy bien?

-la había visto tirándole miradas coquetas o indirectas sexuales a hombres… pero no que se pusiera así-indicó Nolen, Jessie lo miró mientras el hacia cuentas con una calculadora y escribía números en una libreta.

-si, parece que tiene mucho mas interés del que esperaba-dijo Jessie mirando de reojo a Jane y Mauro-me gusta que por fin encuentre a alguien… pero él es muy….

-¿humano?-completo el semidemonio mirando a Jessie con seria preocupación, ella tenía una expresión casi idéntica-si, no es un plan perfecto que Jennifer ande por ahí muy abrazada a terrenales. Pero…. Ella parece feliz, es probable que sepa en que se esta metiendo y acepte los riesgos.

Jessica suspiró. Nolen volvió a los números y a verificar inventario.

-de todos modos no importaría mucho nuestra intromisión al final. Jennifer es libre de hacer lo que desee, solo podemos decirle que tenga cuidado-Jessie se mordió el labio inferior- ordenarle alejarse es contraproducente, solo causaríamos que se enfureciera con nosotros…. para sazonar esto mas, ella es solo mitad humana, el resto es un canis inferno y canis inferno son… bestias territoriales. Si Jane siente que estamos amenazando su territorio, en este caso Mauro, las cosas se pondrían feas….

Nolen endureció su postura tratando de no perder la calma. Jessica conocía a Jennifer y conocía como eran los de su especie, tenían propensión a la agresividad, y un impulso tremendo por resguardar todo lo que consideraran suyo de amenazas. Usualmente todos quieren proteger lo suyo, pero un canis era peor, ellos casi pierden la cordura si se sienten violentados. Jennifer por si fuera poco, era una persona que por si sola ya era bastante agresiva, bastante más que Jessica, podrían no ser del todo demonio, pero aun lo eran en gran parte…

 No tenían la palidez de los canis puros, ni su tamaño, ni su aliento de acido ardiente, pero tenían su temperamento. Mas la fuerza para contener la violencia instintiva variaba de persona a persona y Jessie por suerte, no era como Jane en ese aspecto, Jessica podría resistir mas, era una gran fortuna, porque no se imaginaba que cosas podría haber hecho su hermana si no fuera porque había alguien que siempre podía refrenarla.

 

-¿por qué tus hermanos me miraban así?-preguntó Mauro mientras comía un helado.

-…. Seguro se sorprendieron de verte en casa-alego Jennifer tratando de no parecer como que sabia algo que el no. Porque lo hacia.

Mauro la miro intrigado.

-¿por qué? No has tenido muchos novios… ¿no?-quiso saber tomando otro poco del helado con una cucharita.

Ella se encogió de hombros, tratando de no pensar en Tristán Graham, era absurdo que ningún chico viniera a verla a casa, pero ese bastardo llegara tan inoportunamente como si ella fuera algo suyo. Jennifer y Mauro estaban en la esquina de la tienda, mientras atardecía, fuera de la vista de la familia de Jane, cosa que esta agradecía, la mirada preocupada de su gemela no era algo grato.

-no, tengo baja popularidad entre los hombres-declaró la chica mordiendo su barquilla, Mauro la vio como si estuviera loca.

-por qué diablos….

-no se-mintió resignada-quizás sea mi temperamento.

-no pareces alguien tan…. Difícil, te encuentro encantadora-le dijo el sinceramente.

Jennifer sintió el alago alegrarle el alma, pero a la vez, solo podía pensar en lo equivocado que estaba…. Ella podía tener un aspecto engañoso, del mismo modo que podía ser muy tierna, podría llegar a ser la peor de las monstruosidades.

-gracias, pienso lo mismo de ti-dijo ella quitándose un mechón negro del rostro, su corazón latía fuerte, no cabía duda de que Jane estaba enamorada del humano. Joder, ella hubiera preferido no hacerlo, es probable llegar a amar a alguien con el tiempo, pero es malditamente difícil llegar a odiar a propósito a otros, en especial cuando se trata de alguien que no te ha hecho nada malo-eres muy guapo.

Una sonrisa se le escapo a Mauro, una muy dulce.

-aunque algo me dice, que tu impopularidad es por algo. Me atraes mucho, demasiado como para no correr el riesgo contigo-manifestó, extendió una mano y le acarició sutilmente el hombro a Jane mientras ella terminaba su helado, se estremeció mucho ante el toque-quisiera conocerte mejor. ¿Me dejas?

Jennifer entonces, recordó el hecho de que él era humano…. Y ella era un monstruo. ¿Conocerla? Podrían compartir gustos musicales, culinarios, algo de sexo pero…. Eso no significaría realmente conocerla del todo, si lo dejara hasta ahí, Jennifer se habría sentido como una mentirosa, mintiéndole a Mauro sobre su procedencia, su nombre, su especie…. Todo habría sido una farsa, la Jane misma que miraba era en parte una farsa.

Jennifer tenía miedo.

Temía que al decir la verdad, la mejor oportunidad romántica que había tenido desde… desde Tristán, se derrumbara, Jane creía que el amor la haría ser más frágil, pero aun así, se sentía jalada en dirección a Mauro. Tras el desaire de Graham, Jennifer había estado devastada, decidió permanecer asexual por un largoooo tiempo hasta sentirse segura otra vez, de hecho, podría tomar algo de sexo anónimo, pero nada a parte de ello, no quería otro “problema” en su vida. En se momento cuando miró los ojos grises del joven, Jane deseo con todas sus fuerzas estar en la piel de Jessica y no en la propia, después de todo, Jessie nunca había tenido mala suerte, en relación con los fatídicos destinos que generalmente azotaban a Jennifer.

Aunque estaba cubierta de muchas confusiones e inseguridades, ella lo escondió, le sonrió con lindura a Mauro al responder:

-con gusto Mauro, me gustaría algo contigo-soltó.

Mauro apretó su mano alrededor del hombro de la chica con una mirada satisfecha. Jennifer no era estúpida, sabia que clase de personas debería mantener lejos…. Pero Mauro no era realmente una amenaza directa, no le quitaría su libertad o algo parecido, el verdadero asunto estaba en que él no le rompiera el jodido corazón.

El adorable semblante del hombre y su olor a jabón consiguió que Jennifer decidiera que valía la pena, si no se arriesgaba no se ganaba. Lo peor que podría sucederle por que Mauro la rechazara era eso mismo, él no se atrevería a andar por ahí gritando la verdadera identidad de Jennifer, puesto que sabría cual seria el precio…. Mas si el la aceptaba, ella habría sacado bingo.

-¿entonces puedo verte otro día para jugar algún juego o ir a comer algo?-preguntó el esperanzado, no soltaba la mirada de la semidemonia.

Jennifer debía decirle la verdad en algún momento, pero no aun, primero quería que Mauro se diera la oportunidad de conocerla, de ver que era más que un monstruo. Que a pesar de ser una semidemonia, muuuuy en el fondo era una chica.

Jennifer termino su helado de un ultimo mordisco y luego estiro la mano para acariciar la mejilla de Mauro, el pareció sorprendido y a la vez cautivado por la joven.

-seguro, ven mañana si quieres-le hizo saber.

lunes, 15 de diciembre de 2014

El edén del infierno: Acto 1-Capitulo 9

9-Alguien

J

ean cuando llegó, encontró que Úrsula había arribado muy tarde, se pregunto que clase de locuras habría estado cometiendo para hacer esperar tanto a Trixi. Pero de cualquier manera, Jean consiguió tapones para los oídos y así no escucho los estruendosos sonidos de las mujeres realizando actos lascivos que ella no quería imaginar. Jean pensó que Úrsula era una idiota falta de neuronas, alguien como ella no debería trabajar en un maldito bar, debería haber iniciado una jodida carrera como actriz porno.

Así pues al día siguiente Jean permaneció en casa, realizo ejercicio en el gimnasio del sótano, golpeando un saco de pelea. Úrsula y Trixi partieron en busca de Key Forest para el anochecer, por ello Jean aguardaba con ansias las noticias, pero además, tenia otra preocupación. Miro el teléfono por enésima vez. Nolen no había llamado, el hombre desde el mediodía no había dejado a Jean tranquila, la llamaba cuando menos cada media hora y no se detenía, su insistencia era asombrosa.

Jean se negaba a contestar, no iba a continuar danzando con el peligro. El sujeto le gustaba más de lo que se podía permitir y no estaba lista para permitir que un semidemonio lograra penetrar en su vida, ni ahora…. Ni nunca. Jean solo sentía una atracción fuerte, no estaba realmente enamorada, para eso hacia falta más, y no le daría la oportunidad al tipo para que pudiera abrir brecha en sus defensas.

Lo peor era que…. Adon había abierto demasiado la boca y Nolen sabia de su oculta afición por el, así que probablemente decidiera intentar lanzarse con mayor fervor.

 

Jean tiempo después en la noche decidió salir, estaba algo cansada de golpear un inerte objeto que colgaba del techo y quiso matar el tiempo en otra cosa. Dio vueltas por el Dorado buscando alguna actividad, termino por parar en un local de videojuegos donde celebraban un torneo con juegos de lucha. Usaban Mortal Kombat, se detuvo entre las personas agitadas contemplando la gran TV donde los personajes luchaban derramando sangre a ríos, las personas gritaban cosas a los jugadores dando ánimos y a su vez los jugadores se lanzaban insultos mutuamente sin apartar los ojos de la pantalla.

Jean hizo una mueca cuando Skarlet derrotó a Kabal. La gente grito jubilosa.

-¡Finish him!-corearon.

Skarlet profirió el fatality y se baño en sangre a su sádica manera. Jean hubiera querido unirse al torneo pero era algo tarde, habitualmente en sus días de ocio jugaba con Angélica, esa chica tenia un montón de consolas para elegir. Era interesante notar que la mayoría de mujeres por razones extrañas preferían los juegos de pelea, que los de deportes como el futbol, eso era algo que no parecía emocionarles mucho.

 Jean era pelirroja y le gustaban las armas de filo, se imaginó realizando el fatality de Skarlet, le parecía genial, pero al imaginarlo: bañarse en la sangre de sus enemigos…. No le pareció tan guay…. La chica se estremeció, no, eso no era lo suyo. Les dejaría los baños sangrientos a otros.

Jean se dio cuenta de algo entonces, la persona que había ganado el combate  era… una de las hermanas de Nolen. Ella se levanto victoriosa alzando los brazos con el control en mano.

-¡para que te duela cabrón!-le dijo al jugador derrotado que refunfuñando se marcho abriéndose paso entre los espectadores. La chica Goldman vestía pantalones vaqueros y una chaqueta manga larga, se regodeaba de la victoria.

-cálmate Jennifer, que aun faltan dos combates-le recordó Ion parado junto al televisor.

-encárgate Teddy, voy por un trago-le dijo ella lanzándole el mando. Ion lo atrapo sonriendo y tomando asiento, Jennifer camino hacia Jessica quien aun miraba con una sonrisa de oreja a oreja. Luego la siguiente pelea comenzó en la televisión pero Jean aun no dejaba de mirar a las gemelas.

Jessica le dio una palmada de felicitación a su hermana en el hombro y luego enfoco a Jean, Jennifer solo entonces reparo en ella, no se vio muy complacida. Jean sabia que no se caían muy bien…. Pero eso era lo que menos importaba, lo que le preocupaba era que si los Goldman estaban aquí… pudiera ser que Nolen no estuviera lejos.

-¿Wholferd nos acompañas?-dijo Jessica, Jennifer la fulmino con la mirada. Jessie se encogió  de hombros, carente de prejuicios-ah vamos Jane, quizás no sea tan mala.

Jean sabía que no podía ocultarse ahora. Pero quiso asegurarse…

-¿Nolen está con ustedes?-pregunto.

Jennifer negó con la cabeza viéndola con mirada molesta.

-él está en casa, prefirió quedarse-indico Jessica, Jean se mostro complacida.

-entonces si voy.

 

-es una sorpresa encontrarte por aquí, no sabia que eras fanática de los juegos de lucha-dijo Jessica interesada mientras recibía su vaso de vodka.

Habían ido a un bar cercano, con luces de ambientación tenues color amarillo y agradable música de fondo. Jean cruzo las piernas en el mostrador del bar mirando su propio vaso de alcohol, aun vigilando disimuladamente al cantinero que no dejaba de contemplarlas desde su trabajo.

-lo soy, me gusta jugar con mis amigas a veces-respondió e hizo una mueca pequeña examinando su bebida-lastima que no me pude inscribir en el torneo.

-habría sido divertido-alego Jane tomando un trago y jugando con un bombón de chocolate en una mano-la competencia seria mas interesante contigo y además, aun me debes una del otro día en la discoteca.

Jean mostro el fantasma de una sonrisa, levemente malvada. Jessie pensó que traer un tema como aquel, fue una terrible idea, se lo hizo saber a Jennifer por medio de una rápida mirada.

-veo que querías la revancha, es una pena que no podamos-espeto Jean realmente decepcionada-tendrás que esperar para intentar vengarte.

-¿para que esperar? ¿Que tal si salimos y tenemos nuestra revancha en algún callejón?-pregunto Jennifer osada, eso demostraba que no le hizo caso alguno a la advertencia de su gemela.

-ni se les ocurra, eso ya es diferente-regaño Jessie mirando alrededor con cautela, no quería que nadie las oyera-es una pelea real y no tenemos motivos para irnos a los puños.

Jean no era del tipo que se iba a la violencia sin motivo alguno, aunque tampoco le molestaba hacerlo. Prefería casi siempre su fuerza para situaciones que lo ameritaran, pero quizás aquella hubiera sido una… Jennifer parecía muy interesada en empezar una batalla.

-yo si, aun estoy algo enojada, quería el cuello de ese hombre.

Jean le sonrió casi desafiante, Jane le regreso esa misma mirada. Jennifer no le tenía miedo, estaba segura que la pseudodemonia no era ninguna fanfarrona, pero de todos modos ansiaba medirse contra ella. Así se vengaría y podría alardear de su triunfo.

-yo…

-Wholferd-dijo Jessica mirándola casi suplicante, Jean se sorprendió de la rápida diferencia entre esa chica y su hermana sentada detrás-no quiero que esto termine mal…. ¿Podrías pedirle disculpas a mi hermana? Solo para que deje de provocar.

Jean se lo planteo, la verdad Jennifer no había insultado a su persona, ni nada en especial, no habían razones para las que Jean deseara darle una paliza. Y seria más provechoso usar su fuerza en otros, otros que al matarlos, le proporcionaran dinero…. Así pues, miro a su opositora.

-esta bien-alego y le dedico una pequeña sonrisa, aunque sin suavizar totalmente sus rasgos-discúlpame por lo de la otra noche, Jennifer, no debí…. Interrumpirte.

 Jennifer no pudo evitar mostrarse impactada, no esperaba que Jean aflojara tras solo unos segundos de pensarlo. Aunque aquella chica no terminara de suavizas sus facciones, algo en ella no le resultaba amenazante, mas bien le parecía muy segura de si misma y no solo respecto a su aspecto, sino…. Había algo en su porte, que parecía… ¿orgullo? No lo sabia, pero Jane estaba segura que no se trataba de una burla para con ella.

-seguro, acepto la disculpa-casi farfullo. Jean asintió y volteo al barman.

 Jessica pareció tremendamente aliviada. Busco otro tema rápidamente.

-Y…. ¿por qué preguntaste por Nolen antes de venir?-soltó. Jean endureció la mandíbula.

-por…. ¿Él les ha dicho algo de mi?-quiso saber ella. Las gemelas se miraron confundidas.

-además de que esta buscando tu ayuda, para lo del Fear y toda esa mierda, no-dijo Jane.

Jean se sintió un poco nerviosa al hablar del tema, en especial porque se trataba de algo que si bien los pseudodemonios tenían claro, los demás no tanto…. Era incomodo tratar de explicarles, en especial porque no hablaban de un semidemonio cualquiera, hablaban de Nolen, el hermano de ellas.

-lo estoy evitando-confeso ella, las chicas adoptaron una expresión estupefacta-el… a estado tratando de ligar conmigo.

Jessie parecía a punto de agregar algo pero Jennifer se adelanto.

-¿es un chiste? Nolen… ¿tu? ¿¿De todas las malditas mujeres en el mundo??

Jean apretó su vaso de alcohol, y se volvió a ellas.

-aunque me siento un poco insultada, tienes razón. ¿Por qué yo? Habiendo otro centenar más…

-¿por qué lo evitas exactamente? Además de que no te guste, no creo que tú tengas muchos reparos en rechazar a alguien-indico Jessica aun anonadada.

-no los tengo-Jean tomo aire-y no es que él no me guste, es muy guapo y todo eso, me agrada su forma de ser…. Pero no es alguien a quien me pueda permitir.

Las gemelas compartieron una mirada, parecía casi telepatía, cuando Jennifer hablo por ambas.

-yo no incentivaría a Nolen a alguien como tu. Pero si él lo quisiera, podríamos llegar a tolerarte… claro, si demuestras no ser una hija de puta.

Jean no pudo evitar doblar su labio con una carcajada reprimida.

-no se trata tanto de él, mas bien se trata de mi. Me resultaría problemático.

-no entiendo lo de que no te lo puedas permitir-hizo saber Jessica llamando al barman con una mano. Jean miro al hombre dirigirse hacia ellas.

-no puedo, por una simple razón: es un semidemonio.

Ellas no se vieron insultadas, o al menos no lo demostraron. Jennifer comió su bombón de chocolate y guardaron silencio en tanto el barman traía otra ronda para ellas.

-¿eso tiene algo de malo? ¿Te meterías en algún problema con alguien?-inquirió Jane.

Jean negó con la cabeza. De inmediato pensó en Trixi y su relación con Úrsula.

-no, nadie me amenazaría, pero no es algo beneficioso. No es de mi calaña-estaban a punto de decir algo mas cuando Jean las interrumpió-¿y por qué tantas preguntas? Debería bastarles saber que no quiero ligar con el, sin tantas explicaciones.

-nos interesa Nolen-escupió Jennifer casi enojada-no queremos que lo destroces.

-si, me sorprende que aun no lo hagas, no te conozco mucho, pero pareces alguien capaz-agrego Jessica tomando un poco de alcohol.

-lo soy, pero no quiero destrozarlo-expreso Jean.

Entonces se dio cuenta de algo…. ¿Por qué no lo había mandado a volar? Ella solo evadía el asunto, porque no quería hacerle daño, se sentiría culpable por ello, Nolen no la trataba para nada mal. Además que aun necesitaba de la información que el pudiera dar. Con eso podría ir a la guardia cadena o mejor aun, buscar a otros pseudodemonios para resolver el asunto ellos mismos.

De cualquier manera, por muy guapo que fuera Nolen, él debía mantenerse fuera

-en otro asunto. No quiero que hablen con Nolen de esto.

-pe…-casi dice Jessie.

-solo no lo hagan.

-¡hola! No pensé que tendría tanta suerte hoy-dijo alguien entrando de golpe en la conversación.

Todas voltearon, era un hombre delgado, de cabello castaño erizado por gel y ojos grises. Usaba una camiseta larga de hip hop color azul, pantalón negro desenfadado y zapatos de futbol que hacían juego con la camisa. El miraba con alegría a las chicas Goldman, mientras las mismas apenas podían creer lo que veían.

-Mauro, que coincidencia-dijo Jessica volteándose en la banca del mostrador. El asintió aun mostrando una alegre sonrisa.

Jennifer aun no podía hablar, Jean noto un repentino brillo en su mirada, uno de gran admiración. ¿Quien lo diría? La perra semidemonia estaba delirando por un humano, Jean sintió entonces que probablemente Jane entendería un poco su punto sobre Nolen.

-es el destino, estaba esperando para llamarlas y que saliéramos, en especial tu-expreso el hombre y le guiño el ojo a Jane, ella se iba a desmayar.

-tienes razón, es el destino-publico la chica, de un salto se bajo del banco y agarro a Mauro por el brazo, el parecía complacido- no me molestaría nada si quisieras que diéramos una vuelta ya que estas aquí. ¿Verdad Jessie….?

-la verdad, me parece mejor que vayan ustedes solos-dijo su hermana negando con una mano, pero sonriendo mientras lo hacia-a mi novio no le agradara que lo deje plantado en los videojuegos, por salir con otro hombre.

-quizás la próxima-animo Mauro encogiéndose de hombros, aunque no muy decepcionado, miró a Jane-¿quieres comida china? Yo invito.

-no puedo negarme-dijo Jennifer con emoción y miro a su gemela-los veo en casa- luego la chica se despidió de Jean con un movimiento de la cabeza.

Jessica asintió y tanto Jane como Mauro pronto desaparecieron del bar, Jean la miro levemente interesada.

-creo que Jennifer pescó algo muy bueno-comento, Jessie soltó una carcajada volviendo a su vaso.

-es un pez muy sensual.

 

Las defensas antidemonios en la casa de Key, era casi tan duras como las de la casa Wholferd, así que si se quería derribar con poder demoniaco, tendría que ser un demonio sumamente poderoso el que lo intentara. Solo que Trixi no era un demonio y Úrsula no era tan fuerte, así que usarían otro método.

-pensaba en un ariete, pero es muy ruidoso-alego Úrsula.

Las defensas mantenían demonios fuera, impidiendo que pudieran usar sus poderes para derribar la puerta, pero no les impedía usar cosas físicas para ello…. Trixi respingo.

-no, soy una pseudodemonio, especialista en estas cosas. Es imposible que una defensa de estas pueda detenerme-aseguro ella.

La casa de Key estaba cerca de la de Kent, así que no tardaron en dar con ella. Era un apartamento en el piso tres de un edificio mediano. No había nadie en el pasillo, momento perfecto para irrumpir.

Trixi invoco con un destello rápido a su arma, la espada de Nanib, se aproximó a la puerta y clavo la punta en la misma. Trazo una “X”  en la madera, al separarse Úrsula noto que el dibujo brillaba al rojo vivo, casi como sus propios ojos. Trixi se alejó y saco una pistola pequeña de su chaqueta, como un revolver que se usan en asesinatos, pero algo indicaba que no lo era,  marcas extrañas recorrían el metal y algunas tenían brillos rojos, no muy deslumbrantes.

-eso…

-es FFyrnig, estaba guardada entre las pertenencias de mi madre-explico Trixi mientras apuntaba.

Úrsula esperaba que pasara algo interesante, solo notaba que FFyrnig cuanto más tiempo pasaba más brillantes se volvían sus brillos rojos. Hasta que tras varios minutos, Trixi jalo el gatillo y hubo un estruendo terrible, el disparo de FFyrnig derribo la puerta dejándole un enorme agujero donde había estado la “X”. La boca de Úrsula estaba a punto de dar contra el suelo.

-perfecto-se felicito Trixi con orgullo y miro a su novia. Ella dejo de sonreír cuando vio la cara atónita del súcubo. Esta reacciono un poco después.

-excelente-dijo Úrsula con media sonrisa y le palmeo cariñosamente la espalda-rápido, antes de que lleguen los vecinos y la policía.

Asintió y entraron. Úrsula nunca había visto a Trixi como un combatiente, debido a que a diferencia de Jean, Trixi no sentía afición por el asesinato de demonios. Parecía extraño que a su pesar, Trixi era buena haciendo su trabajo de pseudodemonio, quizás tanto como su hermana.

Dentro se quedaron mudas al ver que no había nada. Todo había desaparecido, todo, muebles, alfombras, cortinas, cuadros, electrodomésticos…. Nadie vivía ahí, solo quedaba la solitaria ventana frente a la puerta, abierta, esperando a que alguien la cruzara. Trixi miro sorprendida a Úrsula y ella le devolvió el gesto.

-nadie, Key no vive aquí-comento Trixi.

-esta era su casa… debió irse hace mucho-Úrsula sonó molesta.

Vio al suelo polvoriento y luego a la ventana. Aunque su misión era mantener a Trixi viva, eso no cambiaba que ella deseara la muerte de Key, la cual no llegaría esa noche.

-¿que fue ese sonido?-escucharon decir, ellas se volvieron a la puerta.

-vámonos-anuncio Trixi rápidamente.

Ambas corrieron a la ventana, entonces al saltar Úrsula desplego sus alas.

 

-Key Forest, cómo pudiste….-gimió el sujeto, estando atrapado en la mesa, atado de pies y manos.

-haciéndolo-dijo él sin un solo vestigio de culpabilidad- todos hacemos lo que es necesario para sobrevivir-añadió sonriendo.

Key era un hombre que no pasaría de los treinta años, cabello marrón oscuro, ojos intensos color azul y a pesar de asemejarse a Kent, no eran idénticos en lo absoluto. Key se toco con una mano la barba incipiente de su quijada, mirando al condenado con interés.

-es útil tener a alguien que tenga tanta gente, que desea desaparecer-dijo la voz femenina detrás de Key.

Key se volvió y le sonrió.

-es un placer servir.

  La voz venia de una persona parada no muy lejos, vestida en una túnica larga que impedía ver su rostro. Aterraba tanto como la misma habitación, rodeada de sangre en las paredes, la cual estaba configurada en muchos símbolos que los humanos considerarían profanos. Símbolos de sangre…. Si gloriosa sangre. Alrededor del centro de la habitación estaba la mesa de sacrificio, rodeada de expectantes, la mayoría no parecían miembros de ninguna secta, solo simples chicos que miraban con terror.

La chica en su capucha avanzo hasta frente al condenado, uno de los miembros de la congregación apareció con un cuchillo, lleno de símbolos macabros, lo entrego a la encapuchada y ella lo estudio. Tras poco tiempo ella lo elevo en dirección al otro lado de la habitación, donde había una estatua, la estatua de Azazel.

Luego lo clavo en el corazón del condenado, por mas que el gritara por piedad. Dejo de retorcerse casi al instante que su corazón fue atravesado, los ojos del tipo se perdieron y quedo inerte sobre la mesa. La encapuchada extraño el corazón y lo alzo ante la estatua.

-este sacrificio es en nombre de nuestro señor, quien pronto pisara esta tierra otra vez-expreso la tipa.

Todos quedaron en silencio, de pronto el corazón se encendió en fuego y termino totalmente consumido, desapareciendo…. Los ojos de la estatua de Azazel brillaron, parecía complacido, la encapuchada lo admiraba con vehemencia.

Lowen trataba de controlar sus deseos de huir, era demasiado, estar atrapado en eso…. No era elección propia, alguien le había dicho que se reunieran pero había terminado en una congregación de ilusos, que serian visitados por aquella demente…. La encapuchada, quien los obligaría con amenazas y dolor a obedecerla en sus locuras sádicas y criminales.

No era buena idea contradecirla, lo peor era que no se podía huir, ella sabia donde vivían y quienes eran cada uno de sus subordinados. Los encontraría donde se escondieran… y no seria bueno que lo hiciera, la encapuchada era un demonio demasiado poderoso….

-no aguanto mas, me iré del país si hace falta-gimió una chica junto a Lowen, el la miro atónito-pero no voy a seguir con esto, es demente, no quiero que Azazel….

-no lo digas, estas loca-gimió Lowen esperando que no la hubieran oído-desafiar a la matriarca es suicidio.

-no me importa, pero no voy a servir.

-¿que no me vas a servir?-inquirió una voz, que hizo que tanto Lowen como la chica gritara y saltaran hacia atrás, todos los que los rodeaban, se habían alejado como el mar retrocede con la marea, y la matriarca era la marea.

-yo… señora-iba a decir la chica aterrada, temblaba y estaba a punto de orinar sus pantalones.

Eso era algo de lo que Lowen estaba seguro, a pesar de las tinieblas solo interrumpida por las velas, pudo notar el miedo encarnado en la mirada de la joven.

-aquí vamos de nuevo-dijo Key meneando la cabeza con decepción, mirando hacia la matriarca.

La matriarca de pronto agarro por el cuello a la chica insubordinada y la alzo por encima de su cabeza. La joven trataba de respirar, pero las manos de la encapuchada era demasiado fuertes, Lowen contuvo el aliento para no gritar atemorizado.

-nadie se atreve a negarme-dijo la matriarca antes de que usando el cuchillo de sacrificio, le apuñalara el pecho a la chica.